En alas de notas musicales

Mirar hacia adentro

Rodolfo Candelas | El Sol de Cuernavaca

  · martes 4 de febrero de 2020

Cortesía | Rodolfo Candelas

Uno de los mayores orgullos que tenemos en Morelos es su Banda de Tlayacapan, o sus bandas, pues a raíz de que en el año de 1998 recibiera el Premio Nacional de Ciencias y Artes, la banda se escindió en dos. Una de ellas, la llamada Banda de Tlayacapan, la que dirige Cornelio Santamaría, fue administrada por el Dr. Artemio Santamaría Pedraza hasta el pasado jueves 30 de enero, día de su fallecimiento. El “médico” como era conocido, mantenía la oficina de la banda en su consultorio, repleto de fotografías con muchísimos personajes ilustres, de reconocimientos y memorabilia. Siempre estuvo dispuesto a recibir interesados, prensa, colegas o funcionarios y platicar de la mayor pasión que tuvo: la música de su amada Banda de Tlayacapan en la que fungía como saxofonista.


Alegre y platicador, tenía siempre a la mano un buen número de anécdotas sobre las muchas giras en que participaban o sobre las funciones que desarrollaban, como todo músico tradicional que se precie, en su propio pueblo.


Era una persona muy sencilla, como todos sus hermanos, independientemente de la banda a la que pertenecieran, que se daba mucho a querer, yo le quise mucho. Con el muy querido y admirado Cornelio, su director, hicieron una dupla que les permitió llegar a ser uno de los pilares de la música tradicional mexicana.


Siempre generosos, yo a Cornelio le debo una parte importante de mi carrera como fotógrafo y siempre les estaré muy agradecido.


Escucharlos de cerquita es correr el riesgo de volar. Su música te eleva y te lleva a un lugar mejor y más armonioso, donde en alas de notas musicales la alegría invade al cuerpo y la vida es más llevadera. Pueda el Dr. Artemio Santamaría haberse elevado en un remolino de notas, y estar en un mejor lugar, haciendo sonar su saxofón en compañía de las trompetas de los ángeles.

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