Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) asesoran y supervisan la intervención en el Palacio de Cortés, sede del Museo Regional Cuauhnáhuac.
Personal especializado desmonta cada una de las piezas que integran la torre para restaurarla desde sus cimientos, debido al desplazamiento que tuvo de cerca de 30 centímetros de desplome, ocasionado por el sismo del pasado 19 de septiembre de 2017, que la puso a punto del colapso.
El emblemático elemento arquitectónico de la edificación, representativa de la ciudad de Cuernavaca, es intervenido desde el 13 de junio por un grupo de restauradores de una empresa seleccionada para esta labor y personal del Centro INAH estatal, quienes realizan una intervención donde priva la pericia y experiencia de los involucrados, debido a la complejidad de la tarea.
El arquitecto responsable del proceso, Antonio Guerrero Arzaga, del Centro INAH Morelos, explicó que la torre es desmontada y vuelta a montar piedra por piedra, labor que se desarrollará en aproximadamente mes y medio.
Se hará con mucho cuidado ya que son varias toneladas de piedra las que se ‘desarmarán’ y, con el mismo material, se volverá a armar el torreón desde su base
Construido con piedra y argamasa de cal arena, la edificación tiene un diámetro de 280 centímetros, 6.50 metros de altura y un peso aproximado de 40 toneladas de piedra.Debido a la desviación que sufrió de su eje; actualmente está sujeta con una prótesis de metal al interior de la misma que funciona como columna, la cual está asegurada con cintos metálicos.
La fuerza del movimiento sísmico ocasionó que a la altura de las carátulas del reloj, es decir, a la mitad del torreón, éste sufriera severas fracturas cuyo resultante fue el desplazamiento o giro de poco más de 30 centímetros de desplome.
Se reforzarán los espacios donde van las carátulas del reloj para evitar algún incidente. En cada espacio se pondrá una carátula sobrepuesta con un muro al que se abrirá una pequeña incisión por donde pasará el eje de las flechas de las manecillas del reloj, con la intención de que éste siga funcionando
Reiteró que la intervención se realiza con sumo cuidado, protegiendo a los transeúntes que deambulan por el área conocida como el callejón del Cubo (entre las calles de Juárez y Leyva), donde se ubica la torre, por lo que se busca evitar un accidente tanto hacia el exterior como al interior.
A propósito del reloj, Guerrero Arzaga comentó que pese a que no sufrió daño alguno en su mecanismo, salvo en las flechas de las manecillas, se aprovechará para darle mantenimiento, el cual está a cargo de especialistas relojeros de Zacatlán de las Manzanas, Puebla.
El torreón fue colocado en 1910, para celebrar el primer centenario de la Independencia,en la esquina superior izquierda del inmueble construido en el siglo XVI sobre las ruinas del señorío de Cuauhnáhuac, y que fue la residencia familiar de Hernán Cortés y sede del marquesado del Valle de Oaxaca.