[Extranjeros en Morelos] El conde de Monterrey que despachaba en Cuernavaca

La capital morelense era lugar de convalecencia para enfermos y justamente aquí trabajaba el conde Gaspar de Zúñiga y Acevedo

José N. Iturriaga | Historiador

  · viernes 26 de mayo de 2023

En la capital de Morelos este virrey despachaba sus asuntos por prescripción médica. | Archivo | El Sol de Cuernavaca

Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey, fue virrey en la Nueva España de 1595 a 1603. Al dejar el cargo, informó por escrito a su sucesor acerca de la situación del virreinato y se evidencian las medidas tomadas para evitar la convivencia entre indios, mestizos y blancos, que se consideraba perjudicial para los primeros. Nótese en los párrafos siguientes que Cuernavaca ya era un lugar de convalecencia para enfermos y que este virrey despachaba sus asuntos desde la hoy capital morelense, por prescripción médica:

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“Pareció muy justamente que se echasen de entre los indios los mestizos, y aun se ha practicado lo mismo diversas veces con los españoles ociosos. Escribió su majestad el año de 1593 que de allí adelante no se consintiese poblar español ninguno en pueblos de indios, y así cuando los indios piden que se echen de sus pueblos a alguno, he acostumbrado a mandar que la justicia lo haga así. Como no hay regla que no tenga excepción, acontece haber españoles y aun algún mestizo de muy buen ejemplo y muy poca o ninguna vejación a los indios, contra quien vienen a México algunos de ellos por inducimiento y pasiones ajenas. El estado que ahora tiene este negocio es haberme mandado su majestad por cédula particular lo que vuestra señoría verá entre las demás que envié desde Cuernavaca a vuestra señoría. Y es que se funden algunas villas en partes convenientes para poblar en ellas los españoles que al presente viven entre los indios, dividiéndolos ahora en la ocasión de las nuevas congregaciones”.

Justamente para evitar las malas influencias de los españoles sobre los indígenas, aquellos tenían prohibido vivir en los poblados de indios, para que “se deshaga esta compañía que a los indios –al principio de su conversión- pudo y debió serles muy útil para edificarlos y confirmarlos en la fe. Pero siendo ya menor aquella necesidad, tengo por cierto que aprenden mucho malo en las costumbres de algunos españoles, gente perdida que está derramada entre ellos, y en lo temporal de ordinario van a mucha pérdida y no a ganancia”.

Zacualpan de Amilpas. / Archivo | El Sol de Cuautla

Zacualpan de Amilpas ya aparecía, a principios del siglo XVII, en el mapa minero de la Nueva España: “Tengo por de importancia para este propósito unas noticias que a mí y a su majestad se nos dieron de poco tiempo acá de algunas minas de cobre que hay en esta tierra sin contar las de Michoacán, porque dado que parte de él no sea útil para artillería, como acaece con el que se saca en Taxco y Zacualpan o sus comarcas, pero entiendo que es de provecho el que se beneficia por mineros de las Charcas de la Nueva Galicia en unas minas de ella que llaman de Matehuala”.

“Encabecé las alcabalas en casi todas las partes que tienen sujeto para esto. Y por medio de Francisco de Quintanadueñas, persona suficientísima que envié a ello, hice reformar y ajustar la caja de Zacatecas y sus cobranzas y administración de azogues y recogí con efecto 200,000 pesos de plata, que los ciento cincuenta no hubieran venido si él no fuera. Y porque de él me he ayudado en muchas cosas de hacienda de su majestad, le llamé a Cuernavaca, estando malo, e hice una relación del estado de la real hacienda por miembros con su ayuda, y le encargué que con ella informase de mi parte a vuestra señoría para mayor seguridad en la inteligencia de esta materia”.



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