Los franceses Michel Le Clerc y Jean-Claude Bois atravesaron entre 1952 y 1954 todo el continente americano en dos motocicletas. Su crucero terrestre se inició en Nueva York, continuó a Alaska y desde allí recorrieron América a todo lo largo, hasta Tierra del Fuego. A México entraron por Ciudad Juárez y salieron por el estado de Chiapas, hacia Guatemala. Resultado del viaje fue un libro publicado en francés, en 1955: La grande échappée; trois Amériques en scooter (La gran escapada; las tres Américas en motocicleta); de veinticinco capítulos, cuatro corresponden a México y uno de ellos, "Mexique: paradise terrestre", desde el título refleja los buenos ojos ante nuestro país. El texto está firmado por los dos viajeros.
En las faldas de nuestro más famoso volcán, los visitantes galos relatan una rara anécdota de fuente desconocida pero que, sin duda, cae en la exageración o en la franca mentira:
➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!
“Hace unos veinte años, unos turistas vinieron de excursión al Popocatépetl. Una vez aquí, oyeron tiros y sintieron cómo las balas les pasaban rozando las orejas. Se tiraron al suelo. Pero cada vez que querían levantarse, les volvían a disparar. La única solución fue agitar un pañuelo blanco. Al instante un grupo de indios salió pidiendo disculpas: habían creído que se trataba de otra tribu que había venido a robarse el tesoro. Todo iba bien hasta que los indios pidieron a los turistas que les reembolsaran el valor de las balas que habían gastado. Con tal de deshacerse de semejantes bandidos, los turistas pagaron generosamente. Desde entonces el sistema siguió poniéndose en práctica, con tasas cada vez más elevadas.” De relatos como éste surgen leyendas negras acerca de nuestro país.
Lleguemos a la capital morelense con estos viajeros:
“Al día siguiente, un sol demasiado brillante hace daño a los ojos -a menos que sea el alcohol de la noche anterior, el que cause problemas a nuestras cabezas-.”
“Hoy vamos a Cuernavaca, ciudad alguna vez conocida como la vieja Cuauhnáhuac, ubicada a setenta kilómetros de México y muy famosa por sus rosas y tulipanes. Los extranjeros, artistas, pintores y escultores,esperan en la tarde, sentados en cafés al aire libre, la frescura de la noche. Aquí, el tiempo no cuenta. Los habitantes llevan una vida indolente, medio adormecidos. Una autopista construida por Miguel Alemán, ex presidente de México, conecta directamente a la ciudad de México con esta villadel ocio.”
“En compañía de unos amigos franceses, visitamos Tepoztlán, un pueblo encantador situado a doce kilómetros de Cuernavaca. Las ruinas del convento del siglo XV son del primero construido en México por los conquistadores españoles. Las montañas erosionadas se asemejan a castillos y torres de la Edad Media. Pequeños hombres y mujeres que salen de la iglesia y trotan en las calles mal pavimentadas, todavía veneran aldios Tepoztécatl. Todas estas personas son descendientes directos de los tlahuicas que construyeron la pirámide del Tepozteco. Hoy, como el 8 de septiembre de cada año, se mezclan con la gente de los pueblos vecinos para celebrar una festividad en honor de su antiguo monarca.” Desde luego, ya sabemos que el convento es del siglo XVI y no fue el primero en México.
Únete a nuestro canal de YouTube