Sarai Bareman es la oficial principal de fútbol femenino, se unió a la FIFA en noviembre 2016 para dirigir la División de Fútbol femenino recién establecida en ese entonces. Ella ha abogado a favor de garantizar la presencia de más mujeres en posiciones líderes así como la obtención de más recursos para esta división.
Bareman nació en Auckland, Nueva Zelanda en 1982. Es hija de una mujer samoana y de padre holandés. Durante muchos años representó al equipo nacional de Samoa y después de una carrera de 12 años en la industria bancaria y financiera en Nueva Zelanda, se mudó a Samoa, donde comenzó su carrera en la administración del fútbol al trabajar para la Asociación de Fútbol de Samoa que acababa de pasar por un proceso de normalización hecho por la FIFA.
Tras dos años de reconstrucción de la gestión financiera de la asociación, Sarai asumió el cargo de directora general, continuó creciendo y desarrollando el fútbol en el país. En julio de 2014, regresó a Nueva Zelanda para ocupar el puesto de gerente de Operaciones en la Confederación de Fútbol de Oceanía y muy pronto fue promovida como secretaria general adjunta y desde ese puesto ha seguido trabajando con mucha entrega para el crecimiento del deporte femenino.
Actualmente hay un gran movimiento mundial sobre igualdad de género y derechos de las mujeres. La pregunta es: ¿qué podemos hacer concretamente para garantizar que no solo se trate de -ruido- sino también de acción?
A partir de los escándalos de corrupción en la FIFA, fue elegida para formar parte del Comité de Reforma creado en 2016, y con la llegada del suizo Gianni Infantino a la cabeza, se le encargó dirigir un nuevo departamento para el fútbol femenino y comentó muy enfáticamente que con las mujeres en órganos de Gobierno es muy probable que no hubieran habido casos de corrupción como el “FIFAgate”.
Si hubiéramos tenido más mujeres en los niveles más altos de la FIFA es muy probable que no hubiéramos afrontado los asuntos que tuvimos que afrontar hace unos años. Hemos tenido esta oportunidad para reaccionar
Ella aboga de igual manera por el crecimiento competitivo y económico del fútbol femenino y su objetivo es llegar a los 60 millones de jugadoras en todo el mundo en 2026, el doble del número actual, y para eso cuenta con todo el apoyo de la FIFA.
En el Consejo es una de las tres mujeres presentes, junto a la directora de la División de Federaciones Miembro de la FIFA, la inglesa Joyce Cook, que está a cargo del programa de desarrollo de federaciones, una posición muy importante y la secretaria general Fatma Samoura. En el Consejo de la FIFA hay seis mujeres electas, cuando antes solo había una. Es un gran logro e inspiración para muchas mujeres.
Se han dado pasos, pero hay que seguir avanzando. No podemos pensar que todo está resuelto y creo que hay que mantener la presión y seguir avanzando. Al final se verá como algo normal y no habrá que hablar de este tema como algo fuera de serie
“Las mujeres traemos diversidad, el fútbol ha estado dominado por hombres durante muchos años, y creo que cuando las mujeres formamos parte de los ámbitos de decisión lo hacemos desde una perspectiva distinta, traemos distintos valores. Las mujeres somos naturalmente maternales y nuestro instinto es proteger”.
Igualmente sabemos que hay algunos países donde no se acepta que la mujer haga deporte, no se le permite participar sea por cultura o religión y tampoco pueden ir a un estadio a ver un partido. Eso es completamente inaceptable. Lo importante del fútbol femenino es que el crecimiento está ocurriendo en todas partes y no ocurre en una región únicamente
“También nos queda claro que en ningún trabajo, sea el fútbol o el mundo comercial, ninguna mujer puede ser discriminada por quedar embarazada aunque protegeremos la autenticidad del juego, es algo que no podemos aceptar como sociedad ni como FIFA. Intentaré conocer algo más sobre este asunto y saber los detalles para ver si hay algo que podamos hacer”, refirió.
Por lo pronto, en esta copa mundial varonil de futbol 2018, un gran reconocimiento al pueblo francés, ahora bicampeón, sin dejar de reconocer al pueblo croata que también jugó como campeón
¡Bien jugado chicos!