Jardín Etnobotánico de Cuernavaca tendrá su propio humedal

Desde el 16 de septiembre y hasta el 4 de noviembre, el Jardín Etnobotánico y Museo de Medicina Tradicional y Herbolaria, permanecerá cerrado debido a trabajos de mantenimiento y por seguridad de los visitantes y trabajadores, debido a las secuelas de las lluvias intensas que se han registrado, así como por la construcción de un humedal.

La bióloga Lizandra Patricia Salazar Gorostieta, destacó que, a través de un convenio con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), está en marcha la construcción del humedal que es un proyecto de jardín etnobiológico que enriquece al jardín etnobotánico.

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“Está en construcción un humedal que es muy importante porque se va a tratar toda el agua que pasa por el apantle, para que posteriormente se utilice para el riego de ciertas colecciones”, expresó Lizandra Patricia Salazar Gorostieta, profesora investigadora del Centro INAH Morelos y coordinadora del Jardín Etnobotánico.

¿Por que cerraron el Jardín Etnobotánico?

Asimismo, se llegó al acuerdo de cerrar temporalmente el jardín debido a las condiciones climáticas que se han presentado, principalmente por el exceso de lluvia que representan un riesgo para los visitantes y trabajadores, ya que se podrían ocasionar accidentes.

“En la mayor parte de nuestro jardín, los andadores son empedrados y también la parte de la entrada y el camino que nos lleva al foro y a las oficinas de la parte sur, y por el exceso de humedad los caminos están verdes por el crecimiento del musgo; esto ocasiona riesgos para los visitantes y trabajadores como caídas, resbalones y para prever esta situación decidimos cerrar. Ya que incluso es una temporada en la que recibimos muchas solicitudes de visitas guiadas para los estudiantes de diferentes niveles educativos, y queremos evitar un percance de esta naturaleza”.

Interior del Jardín Etnobotánico de Cuernavaca. / Maritza Cuevas / El Sol de Cuernavaca

La bióloga mencionó que otra de las causas del cierre, es debido a los trabajos de mantenimiento en los árboles, ya que debido a los años de trayectoria que tiene el jardín, se han sembrado árboles y otros incluso ya estaban ahí, y su crecimiento ha sido satisfactorio que entre ellos también hay una competencia de suelo, lo que genera que unos estén muy crecidos con un intenso follaje y una copa amplia.

“Todo esto ha ocasionado que entre ellos haya esa competencia y de alguna manera se van pandeando o haciendo de lado, y otros, por las lluvias se han trozado las ramas, y es un riesgo para todos”.

Jardín Etnobotánico de Cuernavaca. / Maritza Cuevas / El Sol de Cuernavaca

Mencionó que estos trabajos se realizan debido a que este año se aprobó un proyecto para la poda de árboles, y se hizo una selección de los que representaban más riesgos.

“Tenemos un inventario de 75 árboles que requieren intervención, pero en esta primera etapa se van a intervenir únicamente 25. Se buscó al biólogo Juan Pablo Plata, que es el arborista certificado para que él intervenga estos trabajos que son podas principalmente. Otros más se plagan o se secan, ya que van envejeciendo y se tienen que renovar”.

El Jardín Etnobotánico de Cuernavaca cuenta con grandes árboles en su interior. / Maritza Cuevas / El Sol de Cuernavaca

Señaló que algunas veces la gente toma a mal que se estén haciendo estas podas, pero es una poda tanto sanitaria como de equilibrio, ya que podrían representar un riesgo al momento de pandearse.

“Tenemos el ejemplo de una jacaranda que representaban riesgo, porque su peso ya estaba hacia el inmueble histórico y decidimos intervenirla. Hay otros árboles que ahorita están con una plaga muy fuerte en los ficus que está ocasionando la defoliación, es decir, la caída de hojas y que posteriormente los seca, aquí tuvimos un problema muy fuerte de una colección de orquídeas silvestres que fue afectada, y que es muy importante porque muchas de ellas están en una categoría de riesgo y los ficus les servían de tutores para sobrevivir, y ahorita estamos habilitando esa área para darle más atención a esa colección y enriquecerla con la que tenemos en el invernadero”.

Finalmente, dijo que a partir del 4 de noviembre el jardín abrirá sus puertas para retomar las visitas guiadas y los talleres, recordando que el jardín es de los morelenses y es un acervo muy importante, un museo vivo en el cual se conserva todo este conocimiento ancestral de la medicina tradicional.