El joven Jesús Adrián de la Vara Cuevas, procedente de Guerrero, ha trabajado para preservar la tradición de la Danza de los Diablos, pero con su toque y característica especial de utilizar material reciclado y contribuir al no maltrato animal.
La Danza de los Diablos, es una danza característica de los afrodescendientes de la Costa Chica de Guerreo y Oaxaca; la máscara generalmente es realizada con cuernos de chivo o vaca, barbas de cola de caballo y dientes de algún animal como los perros.
En su caso, Jesús Adrián quien tiene 19 años de edad, elabora una máscara que tiene mucha inspiración en su cultura, y que, desde hace aproximadamente cuatro años, trabaja en ellas para plasmar su talento y darle una nueva visión para que los jóvenes de su comunidad se animen a continuar con esta importante tradición, y que no se pierda.
“En los pueblos de la Costa Chica de Guerrero, se celebra a los fieles difuntos con el baile que fue heredado por nuestros ancestros de origen africano, y como parte de nuestras expresiones culturales, durante esta temporada se realiza la Danza de los Diablos, que consiste en una coreografía en la que brincan y zapatean por las calles de San Nicolás, Cuajinicuilapa. Llevan el cuerpo inclinado y gritos a manera de rugidos. Los bailarines son acompañados por músicos que tocan charrasca, bote, armónica y violín”, expresó Jesús Adrián de la Vara Cuevas.
Asimismo, agregó que los diablos deben de estar a las doce del día en el panteón, para atraer las ánimas. Salen rumbo a las calles principales y llevan consigo las almas de los difuntos. Después de visitar sus hogares y disfrutar de los alimentos, que les fueron ofrendados, vuelven de regreso al panteón. Los diablos son los encargados de guiar a las almas de regreso.
Jesús Adrián tuvo la inquietud sobre esta danza y la tradición de las máscaras, desde que su abuelo, Juvenal Cuevas Zárate solía contarle.
"Mi abuelo me explicaba cómo realizar una máscara. Y fue hace aproximadamente cuatro años que comencé con la idea de continuar esta tradición con el propósito de que no se pierda. Es mi sangre negra y mi cultura afrodescendiente, y el ser costeño lo que me motivó a realizar esta labor tan importante".
Jesús Adrián ha decidido darle un toque distinto al utilizar materiales reciclados como listones, distintos plásticos, telas y para hacer los cuernos usa cartulinas de colores negro y blanco.
"La máscara que hago tiene una inspiración mía, ya que no ocupo los materiales que se suelen utilizar para estas máscaras tradicionales que provienen de los a animales como cuernos, dientes o piel, y sin salirme de la línea las máscaras se componen de papel para formar la mandíbula, listones pigmentados de color para hacer las barbas y cartón para crear los cuernos y orejas".
Asimismo, el talentoso artista comentó que para la realización de una máscara, tarda entre cuatro y cinco días.
Es así como el artista deja plasmado en cada máscara el orgullo de ser guerrerense, el sentimiento y los recuerdos de su abuelo, para preservar tan importante tradición.
Durante los días 1 y 2 de noviembre, podremos conocer más de cerca sobre la tradición de sus máscaras, ya que estarán en expo venta en el Centro Cultural Jardín Borda como parte del Festival Miquixtli 2022, para que el público pueda adquirirlas en un precio accesible.
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