Las maneras de expresarse son infinitas, el arte es un medio para lograrlo y además crear cosas interesantes, por lo que Pedro de Jesús, artista visual egresado de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) se ha enfocado en transmitir su percepción del mundo a través de la gráfica, la instalación, la fotografía y algunas otras ramas.
En general se especializa en la gráfica, los procesos tradicionales, la xilografía, el grabado, el grabado en metal, agua fuerte, tinta y técnicas mixtas. Se basa en los trabajos tradicionales, en los últimos años de su proceso creativo ha retomado la pintura al óleo.
“He llegado a donde estoy gracias a la inquietud de saber más en torno a la gráfica, la pintura por experimentación, un trabajo libre. Mi proceso artístico es libre, sin ataduras, de cierto purismo que se puede trabajar en pintura y gráfica. Se podría llamar experimental, pero siempre respetando la técnica de tener un trabajo formal, centrado, que no se vea sucio”, señala el joven artista.
Desde su interés en el arte se ha movido por las inquietudes, el vivir día a día, aprender del entorno, la necesidad de llevar su vida cotidiana a la obra, la parte sensitiva que se tiene como artista, las emociones que te llegan a envolver plasmarlas en cada pieza y seguir con esa línea de trabajo.
Gran parte de su trabajo está centrado en la materia orgánica y la experimentación, la parte de retomar actividades tradicionales de la siembra, el maíz, que es un elemento característico de su obra. Involucra muchos elementos orgánicos en la pintura y la gráfica.
“Me apasiona lo que hago, crear, me especializo en pintura y gráfica pero al final es un todo, no me gusta encasillarme en algo. Me gusta explorar las diversas ramas del arte, las intervenciones en espacios públicos. Me gusta llevar mi trabajo a la gente, a la sociedad, dar talleres de lo que sé para que las personas puedan adentrarse en este mundo. Que sus momentos libres los utilicen en algo productivo y artístico para sus vidas, que sea algo cotidiano en la sociedad, que es para todos, no encasillarlo en un museo, debe atrapar las calles, que las personas sean parte de”, recalca Pedro.
Inicialmente Pedro tenía un taller y cerró por la pandemia, sin embargo sus ganas de compartir su conocimiento vencieron. Actualmente diseña un carrito utilizando un diablito, busca crear una pequeña galería ambulante, en la cual mostrará sus obras, y cuando salga a recorrer las calles, las personas puedan entender un poco más sobre lo que es la gráfica, y al mismo tiempo creen su propia pieza, que hagan una impresión. Así que continuará trabajando en dicho proyecto para que una vez la pandemia esté en el menor grado de contagio, pueda salir a transmitir su sabiduría.
Mientras avanza en su plan, poco a poco ha ido retomando la pintura y planea activar proyectos atrasados.
El arte en esencia es libertad, donde uno puede liberar los sentimientos o emociones que tiene, todo lo que hayas vivido en algún momento se refleja en tu obra.
“Lo que me lleva a seguir creando es que mi obra refleje lo que siento, que se genere un lenguaje para que las personas reaccionen a lo que hago, que tengan una conexión. Es una fuga para liberar tensiones, problemas. Como todo artista me emociona el momento desde que inicia una obra, desde la idea, el proceso y el resultado final ya sea una impresión o tener el lienzo completamente pintado”.
Lo que busca como objetivo principal es que la gente vea lo que hace, que el mensaje llegue, que les provoque algo.