El 20 de agosto de 1965 abrió el espacio La Tallera en Cuernavaca, por lo que hoy celebra 58 años de historia y de cultura, tal y como lo propició David Alfaro Siqueiros. Lugar que a la fecha es un referente importante a nivel nacional e internacional.
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Un vistazo a la historia de La Tallera
Este espacio fue el taller y residencia de David Alfaro Siqueiros desde 1965, el cual fue concebido para realizar y movilizar los paneles de asbesto que integrarían la obra mural "La marcha de la humanidad en la Tierra y hacia el Cosmos", que fue un encargo del empresario Manuel Suárez y Suárez, para decorar la sala de convenciones del Hotel Casino de La Selva.
Alfaro Siqueiros y su esposa Angélica se trasladaron a Cuernavaca para inaugurar el taller, que desde su conformación, el recinto reunió a jóvenes artistas de distintas disciplinas como pintores, escultores y fotógrafos, así como químicos, fotógrafos, obreros, electricistas, soldadores y arquitectos, coordinados por el muralista que se integraron al taller de producción, definiendo la perspectiva multidisciplinaria del espacio desde su primer día de apertura.
Y decidió llamarle La Tallera (en femenino), en homenaje a la mujer creadora de vida y se concretó en la conformación de una fábrica estructurada en secciones de trabajo, que de acuerdo con la página web oficial del proyecto, en palabras de Siqueiros, se refirió al espacio como "el primer taller para el muralismo en el mundo".
En 1973, la Sala de Arte Público Siqueiros, ubicada de la Ciudad de México y La Tallera Casa Estudio de David Alfaro Siqueiros, fueron legadas mediante testamento público por David Alfaro Siqueiros al pueblo de México, junto con una muy importante colección de obra de caballete, gráfica, dibujo, estudios y proyectos murales, así como su archivo personal y su biblioteca.
Después de su fallecimiento
Posteriormente, en 1977 a tres años de su fallecimiento y como un homenaje, su viuda Angélica Arenal negocia con el gobierno del Estado de Morelos y el ayuntamiento de Cuernavaca, la cesión del terreno que se ubica frente a La Tallera, para nombrarlo Parque Siqueiros.
Entre 1974 y 1988, para administrar este importante legado, se formó el Fideicomiso David Alfaro Siqueiros, que fue dirigido por Angélica Arenal hasta 1989 y al disolverse el fideicomiso, La Tallera, junto con sus colecciones de obra y acervos, se integró al Instituto Nacional de Bellas Artes, que desde entonces se encarga de custodiarla. El inmueble funcionó un tiempo después de la muerte de Siqueiros bajo la dirección de su cuñado Luis Arenal, posteriormente fue cerrado. Permaneció así entre 1989 y 1995, cuando reabrió sus puertas como centro cultural y museo, dirigido por Alberto Vadas Kuhn hasta el año 2010.
Ese año, en el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia de México, el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), en colaboración con el INBA, propusieron recuperar la visibilidad y el papel cultural de La Tallera, pues el conjunto arquitectónico –taller y residencia del artista–, así como los murales se encontraban en un estado grave de deterioro.
De tal forma que para el rescate de este inmueble, patrimonio artístico de la nación, resultó necesaria una minuciosa y compleja remodelación que comenzó a partir de un concurso por invitación, en el cual participaron diversos despachos mexicanos jóvenes con trayectorias reconocidas.
Siendo elegido el proyecto de la arquitecta mexicana Frida Escobedo, cuya propuesta genera una relación con el contexto urbano por medio de dos simples pero efectivos gestos: la transformación de la entrada al museo en una plaza pública abierta a todos los transeúntes y la rotación de los dos murales "Trazos de composición espacial" y "Trazos de composición piramidal" de David Alfaro Siqueiros (concebidos desde sus orígenes para exteriores), desde su ubicación original hacia la explanada pública exterior, conciliando el museo con el adyacente Parque Siqueiros.
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La Sala Poliangular, elaborada por el artista en este recinto, así como los dos murales externos, fueron restaurados por el CENCROPAM en ocasión de la remodelación. Éstos últimos, fueron nuevamente restaurados en el 2017.
Actualmente, La Tallera es un espacio trascendental del patrimonio nacional, que comprende la recuperación, ampliación y modernización de sus instalaciones y una puntual restauración y conservación de las obras murales que alberga. Asimismo, presenta un programa de exposiciones de arte contemporáneo y buscando mantener vínculos con nuevos públicos, al enfocar sus actividades y esfuerzos para ser un sitio obligado para conocer más sobre las manifestaciones actuales del arte local, nacional e internacional.
La Tallera se ubica en calle Venus No. 52, colonia Jardines de Cuernavaca, su horario es de martes a domingo de 10:00 a 19:00 horas.
* Publicado originalmente en agosto de 2022
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