El artista David Vera, originario de Sonora, inauguró su exposición "Las flores no se acaban en mayo", en la galería La Verdolaga del restaurante Emiliano's ubicado en el centro de Cuernavaca.
Esta muestra artística, que lleva como subtítulo "de rosas y guerras floridas" hace referencia a una exploración visual a la masculinidad en el entorno tropical y de recreación, teniendo como elementos principales el cuerpo masculino y lo floral, especialmente las rosas.
"He visto siempre en la rosa el origen de todo deseo fortuito, casual. Quien absorto posee en su mirar, se acopla deliberadamente con un sentimiento profundo y eterno. Cualquiera de ello, desde el afecto (regocijo) al abatimiento (dolor). Es por esto que la pasión del ser lleva en su sello la flor. El cuerpo la imprime sin querer, en todo acto solemne de su juicio carnal. Las rosas son como nuestros semejantes, mortales; y aunque fallecen, mantienen un ánima sugestiva, un hálito sexy. Su orificio es inverso, te quitan o dan el aliento. Hay algo de hombría en su hechura, el botón es un órgano viril que florece. Es así como la esencia masculina contrasta en la delicadeza de su finura, en la delgadez de sus pétalos, en el refinamiento de su aroma", fragmento extraído del texto de sala escrito por el artista.
La exposición es el conjunto de varios proyectos, uno fotográfico que después se volvió textil, para posteriormente explorar el lado de la pintura con la idea del cuerpo y lo masculino.
Desde que llegué a Cuernavaca me dediqué a cultivar rosas y a forografiar todo su proceso de vida, desde el botón hasta que se seca; y después hago florería con naturaleza muerta. Entre fotografía y escultura que es lo que hago comúnmente, pero lo que más me apasionaba era pasarlo a lo textil, expresó David Vera.
Para el artista, también la ciudad de la eterna primavera por su clima, representa esa antesala a la playa por su cercanía con Acapulco, por lo que considera primordial que todos tengamos un traje de baño, haciendo referencia a esa relación de la naturaleza y el hecho de cuidar el cuerpo con las flores.
Representa esa relación de no poder ver el deseo carnal del cuerpo y reflejarlo en rosas, como algo más provocativo. La serie de fotografías que exhibo la realicé antes de venir para acá, para después hacer los mándalas que están impresos en mas telas como diseños florales que resultan en trajes de baño para cubrir los cuerpos, comentó.
Cabe destacar que este proyecto ha sido apoyado por la Colección Griselda Hurtado, que tiene alrededor de siete años impulsando a la comunidad artística emergente y con trayectoria del estado de Morelos, pues considera de suma importancia apoyar a los talentos y fomentar el consumo de arte entre los espectadores, admirando y comprando las obras.