Después de sortear una serie de obstáculos, los aspirantes a una plaza de docente en el nivel de educación media superior en este año 2021, sólo les queda enfrentar los dos instrumentos de valoración, el de conocimientos del modelo educativo de la nueva escuela mexicana y el de aptitudes y habilidades para ejercer las funciones docentes.
En primer lugar, mencionaremos que las convocatorias salió de forma extemporánea, sobre todo la de los CBTAS y CETMAR, así como las de la DGB, además que la oferta educativa fue ínfima, los mismo que los CBTIS y CETIS que no se preocuparon y dejaron en ceros la oferta de plazas.
Se les pidió demostraran que tenían la capacidad de comprender textos en inglés, avaladas por los centros de lenguas de las universidades públicas o privadas pertenecientes a la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) o de instituciones privadas con Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE), lo que ocasionó un caos, ya que dejaron fuera a muchas instituciones de prestigio que en años anteriores aplicaron a los aspirantes, lo que ocasionó el abandono de muchísimos aspirantes.
Otro requisito fue obtener la constancia del manejo del lenguaje y la cultura digitales, que el año anterior era una simple constancia y ahora es un diplomado impartido por la fundación Carlos Slim, que, aunque fue de forma gratuita, el nivel de exigencia se incrementó y por ende la complejidad y carga de responsabilidades a los aspirantes.
Pero lo que ocasionó estragos a muchos aspirantes, fue el curso de exploración de las habilidades docentes en educación media superior, que además de tener un costo de $1,250.00, era aprobarlo con una calificación mínima de 8 sobre 10, que consistía en la aplicación de una rúbrica a una mini clase de 5 minutos en que el docente demuestra su habilidad y capacidad de desarrollar una clase.
Una vez que realizaron su pre-registro y registro, que también fue un proceso tedioso, confuso y desgastante para los aspirantes, llega el momento de presentar los dos instrumentos de valoración que sirven para identificar el nivel de conocimientos, aptitudes y habilidades del aspirante para lograr el aprendizaje y desarrollo de los educandos, así como el conocimiento del nuevo modelo educativo de la escuela mexicana.
Este proceso es muy diferente al que presentan los aspirantes a nivel básico, a quienes no les piden ni el dominio de la comprensión lectora del inglés ni habilidades digitales.
La exigencia para poder incorporarse a la docencia en educación media superior es muy alta, pero al final, quienes ganan son los alumnos, ya que tendrán a docentes con las capacidades necesarias para enfrentar los retos de la educación no presencial, presencial y/ o mixta.
Ojalá la USICAMM pueda valorar el esfuerzo que han realizados los aspirantes y que las autoridades federales como estatales oferten las plazas suficientes para que estos futuros docentes puedan tener la oportunidad de demostrar en las aulas como en otros espacios, lo que han demostrados a través de los diferentes instrumentos que se les han exigido.
Muchos docentes en activo de los diferentes subsistemas de educación media no serían capaces de aprobar los diferentes instrumentos que se les han aplicado a los aspirantes a la docencia.
Los nuevos docentes que se incorporen a los planteles deberán ser un parteaguas para la profesionalización del quehacer educativo.
Ánimo
