/ miércoles 30 de noviembre de 2022

Los Pilares de la Tradición Morelense llegan al Museo Nacional de Culturas Populares

El público disfrutó de cinco números artísticos llenos del colorido y la cultura folcórica de las danzas tradicionales morelenses

La Unidad de Culturas Populares del estado de Morelos, presentó el proyecto "Pilares de la Tradición Morelense" en el Museo Nacional de Culturas Populares de la Ciudad de México. Este proyecto, está enfocado a las danzas tradicionales de Morelos y recopila su diversidad folklórica, que en su mayoría poco se difunden o no se conocen, y precisamente, el objetivo es darles mayor difusión incluso a nivel nacional.

La presentación se realizó en el patio Jacarandas, donde Yessica Morales Vega, directora del Museo dio la bienvenida a los presentes, con la gratitud de recibir a los Pilares de la Tradición Morelense, en el marco del 40 aniversario del Museo Nacional de Culturas Populares.

La muestra dancística inició con la danza de los Tecuanes, originaria de Tepalcingo, la cual surge a raíz de que en la antigüedad se decía que era una cacería lobo, ya que en aquellos tiempos el ganado era afectado por el animal de uña. Es como trasciende la danza.

Sobre su vestimenta, destacan las chaparreras, el sombrero charro, el gabán para cubrirse del frío, que hacía por la madrugada. La máscara es de cuero de borrego, la utilizaban para protegerse del frío. El lobo lleva una soga o reata con la que trata de golpear a los tecuanes, quienes traen unos garrotes para cubrirse de los chicotazos.

Posteriormente, llegó el turno de Las Negras de Atlatlahucan, con el sonido de ¡Griten Negras!, el oler del copal y el sahumerio que encabezaba la cuadrilla. Esta danza tradicional, se realiza después del miércoles de ceniza, y en ella participan los hombres, quienes se caracterizan por vestir un “chincuete” falda larga en color negro, blusa blanca con flores de colores bordadas. Su rostro lo cubren con una servilleta en color negro, el sombrero tejido en palma, lleva flores de buganvilia. Se oyen los cantos para el Señor de Chalma, va la música de guitarra, violín y contrabajo.

La tarde continuó con la Danza de los Matacueros, tradicional de Yecapixtla, que se realiza en Semana Santa, principalmente el sábado de Gloria, y el objetivo es salir a las calles y hacer una representación de la maldad ejercida por los españoles.

Su tradicional atuendo imita los trajes de los conquistadores españoles, se conforma con camisa, calzón o pantalón corto, mandil y huaraches, llevando en la cintura una cadena que simboliza la dominación a que fueron sometidos por los colonizadores.

Mario Maldonado Aragón, es uno de los cuatro representantes del grupo de Matacues, que durante 43 años se ha dedicado a organizar la tradición que preserva el pueblo.

“El Matacuero nace en el pueblo Yecapixtla, de acuerdo a la historia nace en el año 32. Su servicio especial es, los días de Semana Santa, pone y guarda el orden, tanto adentro de la iglesia, como en domicilios particulares donde por ahora se veneran las imágenes. El Matacuero, tiene como responsabilidad, resguardar las imágenes benditas que tienen dentro de la parroquia. Es un personaje emblemático, que apoya a las mayordomías, en dirigir la gente. Es decir, en Semana Santa el Matacuero trabaja de la mano con el Fariseo, quien representa al soldado Romano. El Matacue representa al soldado español. Su vestimenta es vistosa, brincan y gritan al ritmo de la música de la flauta de carrizo y tambor”, comentó Mario Maldonado Aragón.

Otra de las danzas es Los Moros de Garrote de Atlatlahucan, que se acompaña de una flauta de carrizo y una tarola, su música presenta movimientos y ritmos acordes a cada una de las nueve piezas que acompañan la totalidad de la danza. Asimismo, aparecen ocho máscaras y conservan su dialogo en náhuatl.

La tarde de danza, culminó con los chinelos de Tlayacapan, un baile tradicional morelense que se da principalmente en los carnavales, como manifestación de desenfreno y algarabía colectiva. Acompañados por la histórica Banda de Viento Brígido Santamaría, su director el maestro Enrique Santamaría Baldonado, hijo mayor de Don Carlos Santamaría.

Asimismo, se inauguró una exposición de 30 fotografías de danzas tradicionales, la cual pretende ser itinerante por los distintos municipios del estado de Morelos, para continuar con la difusión de esta riqueza cultural y ancestral.




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La Unidad de Culturas Populares del estado de Morelos, presentó el proyecto "Pilares de la Tradición Morelense" en el Museo Nacional de Culturas Populares de la Ciudad de México. Este proyecto, está enfocado a las danzas tradicionales de Morelos y recopila su diversidad folklórica, que en su mayoría poco se difunden o no se conocen, y precisamente, el objetivo es darles mayor difusión incluso a nivel nacional.

La presentación se realizó en el patio Jacarandas, donde Yessica Morales Vega, directora del Museo dio la bienvenida a los presentes, con la gratitud de recibir a los Pilares de la Tradición Morelense, en el marco del 40 aniversario del Museo Nacional de Culturas Populares.

La muestra dancística inició con la danza de los Tecuanes, originaria de Tepalcingo, la cual surge a raíz de que en la antigüedad se decía que era una cacería lobo, ya que en aquellos tiempos el ganado era afectado por el animal de uña. Es como trasciende la danza.

Sobre su vestimenta, destacan las chaparreras, el sombrero charro, el gabán para cubrirse del frío, que hacía por la madrugada. La máscara es de cuero de borrego, la utilizaban para protegerse del frío. El lobo lleva una soga o reata con la que trata de golpear a los tecuanes, quienes traen unos garrotes para cubrirse de los chicotazos.

Posteriormente, llegó el turno de Las Negras de Atlatlahucan, con el sonido de ¡Griten Negras!, el oler del copal y el sahumerio que encabezaba la cuadrilla. Esta danza tradicional, se realiza después del miércoles de ceniza, y en ella participan los hombres, quienes se caracterizan por vestir un “chincuete” falda larga en color negro, blusa blanca con flores de colores bordadas. Su rostro lo cubren con una servilleta en color negro, el sombrero tejido en palma, lleva flores de buganvilia. Se oyen los cantos para el Señor de Chalma, va la música de guitarra, violín y contrabajo.

La tarde continuó con la Danza de los Matacueros, tradicional de Yecapixtla, que se realiza en Semana Santa, principalmente el sábado de Gloria, y el objetivo es salir a las calles y hacer una representación de la maldad ejercida por los españoles.

Su tradicional atuendo imita los trajes de los conquistadores españoles, se conforma con camisa, calzón o pantalón corto, mandil y huaraches, llevando en la cintura una cadena que simboliza la dominación a que fueron sometidos por los colonizadores.

Mario Maldonado Aragón, es uno de los cuatro representantes del grupo de Matacues, que durante 43 años se ha dedicado a organizar la tradición que preserva el pueblo.

“El Matacuero nace en el pueblo Yecapixtla, de acuerdo a la historia nace en el año 32. Su servicio especial es, los días de Semana Santa, pone y guarda el orden, tanto adentro de la iglesia, como en domicilios particulares donde por ahora se veneran las imágenes. El Matacuero, tiene como responsabilidad, resguardar las imágenes benditas que tienen dentro de la parroquia. Es un personaje emblemático, que apoya a las mayordomías, en dirigir la gente. Es decir, en Semana Santa el Matacuero trabaja de la mano con el Fariseo, quien representa al soldado Romano. El Matacue representa al soldado español. Su vestimenta es vistosa, brincan y gritan al ritmo de la música de la flauta de carrizo y tambor”, comentó Mario Maldonado Aragón.

Otra de las danzas es Los Moros de Garrote de Atlatlahucan, que se acompaña de una flauta de carrizo y una tarola, su música presenta movimientos y ritmos acordes a cada una de las nueve piezas que acompañan la totalidad de la danza. Asimismo, aparecen ocho máscaras y conservan su dialogo en náhuatl.

La tarde de danza, culminó con los chinelos de Tlayacapan, un baile tradicional morelense que se da principalmente en los carnavales, como manifestación de desenfreno y algarabía colectiva. Acompañados por la histórica Banda de Viento Brígido Santamaría, su director el maestro Enrique Santamaría Baldonado, hijo mayor de Don Carlos Santamaría.

Asimismo, se inauguró una exposición de 30 fotografías de danzas tradicionales, la cual pretende ser itinerante por los distintos municipios del estado de Morelos, para continuar con la difusión de esta riqueza cultural y ancestral.




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