La artista visual Marit inauguró su exposición "Entrar a la cueva... Salir de la cueva... La sombra en tres tiempos" en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo (MMAC) "Juan Soriano", una muestra que es una aproximación distinta hacia las sombras, y en la que trabajó durante más de seis meses.
La artista menciona que más que una exposición, se trata de ofrecer a los visitantes una experiencia distinta y en la que puedan ser partícipes.
"Esta manifestación de luz y no luz que nos acompaña cada día, es también una experiencia estética si nos detenemos a observar. La instalación en el Jardín del MMAC es el escenario perfecto para ese hallazgo visual y sensorial", expresó Marit.
La experiencia de la exposición se da en medio del jardín, para entrar a “la cueva”, un espacio en desuso que servía como almacenamiento de agua para todo el barrio donde se asienta el MMAC, que se ha habilitado para convertir a la sombra como experiencia de percepción, tal como lo planteó Platón hace más de 2400 años, para seguir cuestionando qué es la realidad, y abrir así opciones que nos convoquen a una observación abierta y receptiva, que nos invite a la reflexión, al gozo y al juego.
Lo interesate es permitir sorprendernos, para transformar las ideas fijas a las que sometemos la vida y la realidad.
Después de inaugurar la exposición, los asistentes ingresaron a la muestra alumbrando con la linterna de su teléfono, y cada uno eligió dónde dirigir su luz, para descubrir el inmenso potencial que ofrece cada una de las piezas para descubrirla de otras formas más amplias.
Marit enfatizó, lo que ocurre dentro de la cueva no depende de la artista, es el espectador el que posibilitará la experiencia en todo su potencial si así lo decide.
"Algunas piezas que se pueden apreciar, son detonadores para provocar en el espectador una percepción más abierta de las posibilidades que tiene cada forma, cosa, objeto y que de acuerdo a la percepción, su disposición a sorprenderse y de exploración".
Asimismo, destacó que realizar esta exposición en el MMAC, es muy valiosa por varias razones, la primera, porque, ahí encontró las cualidades perfectas, espacialmente hablando de lo que necesitaba para proponer esta experiencia que lleva muchos años trabajando.
Desde hace mucho, Marit está todo el tiempo atenta a la riqueza estética dibujística de las sombras, pues en su carrera, el dibujo es como uno de los ejes principales; entonces, la sombra que se nos ofrece todo el tiempo, de manera espontánea, a partir de los lugares en donde estemos, todo el tiempo nos propone una riqueza estética, que no vemos y no nos detenemos a observar, por ello necesitaba un jardín para que, de manera muy simple pero también, muy disruptiva, para poner marcos poderosos, dorados, grandes.
"La idea es que en el recorrido del jardín, en estos caminos que están construidos dentro del diseño del museo sean la pauta, donde los espectadores se encuentren un marco tirado en el piso, con simplemente una cubierta blanca, no hay lienzo. Sobre esa cubierta blanca, se va a reflejar de manera natural, orgánica lo que va ocurriendo entre el sol, las plantas, ese jardín hermoso, con un diseño especial".
Por un lado, el museo ofrecía este espacio, por otro, necesitaba una construcción que le permitiera cierta obscuridad, por eso se ocupa lo que era la cisterna que alimentaba el barrio de Amatitlán. Esta construcción da unas cualidades perfectas a las que necesitaba en este eco de hacer una referencia directa con el mito de la caverna.
"Este espacio hace una emulación de esta cueva donde, se ofrece distintas experiencias para que el espectador descubra, a través de lo que encuentre por medio de las sombras que va a ir iluminando con la lámpara de su celular".
Marit comparte que tenía mucho tiempo que no realizaba una exposición individual. Y otro punto importante, es la intervención de varias personas, de distintas edades a las que hizo una serie de fotografías a sus sombras, en un trabajo muy lúdico, individual y familiar, están agrupadas como en familias.
"Hice una aproximación de tres mil fotografías de las sombras de estos amigos, que son parte de las piezas y otras formas de regresar la sombra tangible, la sombra como experiencia, después de traspasar varios procesos, por lo que es un trabajo colaborativo".
En la exposición es muy evidente como se enriquece cada escena y objeto, no es lo mismo, que lo alumbre una sola persona a que, sea alumbrada por varios espectadores. Mientras más personas, más se enriquece la experiencia; entonces también, la exposición habla del valor de lo colectivo.
La exposición "Entrar a la cueva... Salir de la cueva... La sombra en tres tiempos" permanecerá en el MMAC hasta el 19 de mayo de 2024, visítala de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas, entrada libre.