La Historia parecía tomar un nuevo cause gracias a una joven llamada Greta Thunberg que a través de la movilización "Fridays for the Future" quería cambiar al mundo y había despertado la mente de millones personas, principalmente de estudiantes, que se oponían a la dramática contaminación en nuestro planeta.
La movilización internacional feminista hacía lo propio, congregándose para exigir el acceso a los derechos humanos, el derechos a la igualdad, el derecho a la no violencia, el derecho a decidir sobre sus cuerpos a pesar de que cada día 25 del mes se ha pretendido conmemorar el Día Naranja para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra de mujeres y niñas.
Una mañana, una tarde o una noche, ¡quién lo sabe! todo se detuvo. Metafóricamente o no, la Naturaleza nos puso un "hasta aquí" y nos obligó a resguardarnos entre las cuatro paredes de nuestra existencia. Nos obligó a embozarnos y evidenció, más aún, todos los problemas que nos aquejan y que ahora se exacerban de alguna manera: La sobrepoblación, los femenicidios, la violencia doméstica y ni hablar de las desapariciones forzadas en esta sociedad a la que han culpado de haber alterado los "valores", sin querer darnos cuenta que esos valores nacieron alterados desde el principio de los tiempos.
La mujer a través de la historia ha sido regalada, comprada, intercambiada como mercancía, relegada a una obligatoria sumisión con seres tan imperfectos y muchas veces tan llenos de vicios y defectos. Las leyes y la forma de interpretar al mundo ha sido creada por la mirada de los hombres y ha impedido la lucha milenaria de las mujeres para liberarse de este sistema opresor y normalizado que le ha otorgado a los hombres todo tipo de libertades.
Esta situación parece retomar un nuevo vuelo al hacer a un lado la laicidad de nuestro pueblo y a muchos pueblos de América Latina. Y, si así fuere, de nada sirve la revolución moral de Jesús si no alcanza a las mujeres.
Como siempre, la lucha por los derechos de las mujeres, dependerá de las mismas mujeres y su capacidad de organización para poder hacer su propio hogar, su propia Matria.