Alta, delgada de gran presencia como su madre con tez blanca y rubia, era una mujer de palabra fácil cálida y de buen humor, se parecía a sus propios poemas.
Tuve una vida muy bonita y enriquecedora, nací en México y pase mi infancia en París en donde asistí a un colegio de mucho prestigio.
Debido al trabajo de mi padre anduvimos de un país a otro, lo cual me permitió aprender varios idiomas.
El matrimonio de mis padres Octavio Paz y Helena Garro estuvo marcado por grandes desacuerdos; mi madre siempre estuvo inconforme con esta unión y ella misma decía que nunca fue feliz, que su matrimonio había sido como “un internado de reglas estrictas y continuos regaños”.
Nunca olvidaría que no la dejó volver a la Universidad y que no tenía libertad creativa para escribir, ante el riesgo de opacarlo.
La escritora Patricia Rosas L. autora del libro “El asesinato de Elena Garro” describe que Elena fue una feminista que vivió la opresión no sólo de Octavio Paz, sino de una camarilla intelectual a la que solo pertenecía como la esposa o la ex esposa de alguien.
La frustración en su vida llevó a su madre a intentar suicidarse dos veces.
En los años 1963 al 1972 estuvimos en México y cursé la carrera de Antropología, Filosofía y Letras; me casé con un alemán pero me divorcié por andar metida en el movimiento estudiantil de 1968.
Mi madre fue acusada por los intelectuales de traicionar el movimiento y señalada por el gobierno mexicano como organizadora. Mi madre lo negó y quedó mal con el gobierno y la izquierda, yo le escribí una carta a mi papá que fue publicada tratando de aclarar la situación, pero esto me distancio de él.
Fuimos atacadas políticamente y nos fue muy mal, mi madre decidió auto exiliarse y viajamos a Estados Unidos en donde vivimos una gran decepción.
Después de mucho trabajo, nos pudimos ir a España en donde pasamos muchas penurias, aunque mi padre nos enviaba dinero mensualmente.
Al paso del tiempo, reconozco que a pesar de todo fue una gran experiencia el haber vivido el fin del franquismo y el principio de la democracia como un fenómeno muy interesante.
Mi madre quiso que regresáramos a Francia y con los ocho mil dólares que ganó en Grijalvo con su libro “Testimonios sobre Mariana”, nos fuimos a París, pero ahí volvieron el hambre y las penurias. La situación estaba fatal.
Al paso de los años, viviendo en una casa de descanso en Cuernavaca, y sin mayor gloria, pasando los días en una situación muy precaria recuerda su vida errante, publicó su primer libro en España (tiene dos libros publicados).
Elena Paz Garro muere a los 72 años de edad.
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