En Jiutepec, piden a San Juan Parrandero por un buen temporal

La Fiesta de San Juan Parrandero es más que una tradición; es una expresión cultural en Jiutepec

Redacción / El Sol de Cuernavaca

  · domingo 23 de junio de 2024

Habitantes de Jiutepec llevan varias figuras de San Juan Parrandero durante una de las pasadas procesiones. / Alma Lafayet / cuartoscuro.com

La fiesta de San Juan Parrandero es una de las celebraciones más importantes en Jiutepec. Esta festividad inicia el 23 de junio y se extiende al 24.

La tradición indica que la procesión se realiza con el fin de pedir un buen temporal de lluvia. Para ello, música de banda y viento acompaña la procesión que se realiza por las calles del municipio y que encabeza la figura de San Juan.



La celebración inicia con una misa y la visita al manantial de Las Fuentes. Ahí, entre las frías aguas del manantial, se agradece y pide por la abundancia del líquido.

Antes, la ceremonia se realizaba por los riachuelos de las grandes huertas y sembradíos de la zona, pero desde hace un par de décadas, con la expansión de la mancha urbana, la festividad se realiza en el balneario.


¿Quién es San Juan Parrandero?

San Juan Parrandero es una figura de madera, la cual es vestida con una túnica verde, un manto rojo, sombrero de palma y morral tejido de ixtle.

En los lados se le coloca una botella de alcohol y entre sus labios un tabaco. Todo esto es una mezcla de culturas. Son símbolos de protección y purificación.

¿Cómo se organiza la festividad?

La fiesta es organizada por los mayordomos y los responsables de la imagen. Todo se organiza con mucha anticipación en reuniones amenizadas con alimentos y bebidas.

La organización considera la realización de muchas actividades culturales que permiten cubrir los gastos de la banda, flores, cuetes, y demás.


El dinero también se utiliza para la ropa de San Juan, ya que cada año estrena ropa nueva, y además se le ofrecen flores, alcohol y cigarro.s

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Tardes de nostalgia

Cuando la festividad concluye, algunos de los asistentes acostumbran a pasar por el panteón municipal, a fin de recordar y reconocer a aquellas personas que se adelantaron en el camino, pero que formaron parte de la festividad en el pasado, ya sea como custodios o mayordomos.

Al caer la noche, y dependiendo de las autoridades, se realiza la quema del torito y a veces se arma el baile popular.

El 24 de junio, sin falta, la imagen de San Juan regresa a la casa del mayordomo, en espera del próximo año, en donde nuevamente se pedirá por la temporada de lluvia y la prosperidad de los agricultores y de los habitantes del municipio en general.


Con información de Maritza Cuevas