Ocotepec recuerda a sus difuntos con la tradicional Cereada

Ocotepec celebra el Día de Muertos homenajeando a sus difuntos con la tradicional Cereada, una costumbre de este poblado de Cuernavaca que se ha convertido en una actividad turística

Maritza Cuevas / El Sol de Cuernavaca

  · viernes 1 de noviembre de 2024

Este 1 de noviembre Ocotepec celebró su tradicional Cereada, una importante celebración en honor a los difuntos que fallecieron este año en el poblado / Luis Flores / El Sol de Cuernavaca

Este viernes primero de noviembre se realiza la tradicional Cereada en Ocotepec, una importante celebración en honor a los difuntos que fallecieron este año en el poblado. Asimismo, es una tradición, que se ha convertido en una actividad turística, ya que recibe a miles de visitantes.

Esta festividad en honor a los difuntos en Ocotepec, para su gente, más que una fiesta es una ceremonia importante para recordar a sus seres queridos que partieron este año.

➡️ Noticias útiles en el canal de WhatsApp de El Sol de Cuernavaca ¡Entérate!

Asimismo, la festividad ha sido reconocida a nivel mundial como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su significado y contribución a la cultura, ya que en 2008 fue declarado así por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Las calles lucieron adornadas con papel picado de diversos colores. Y se escucharon cuetes por todo el poblado, mientras la gente transitó para visitar los diversos altares.

Los comerciantes del lugar aprovecharon para vender las velas y ceras, así como flores, y alimentos como elotes, esquites, botanas y más.

Cada una de las ofrendas nuevas se distinguió por algo en particular, pues hay quienes ponen grandes altares y desde la entrada adornan con flores, figuras, globos y más decoraciones para recibir a sus difuntos.

Sin embargo, todas coinciden en tener un letrero de bienvenida a su ser querido, un camino de flores y velas que va de la entrada hacia el altar; el cielo en la ofrenda y la figura que representa al difunto con la ropa que solía utilizar. En algunas ofrendas, se pudo escuchar música, mientras en otras, el recorrido fue más solemne.

Cabe destacar que en las capillas de cada barrio, se colocan ofrendas nuevas dedicadas a los vecinos que fallecieron durante este año. Un altar es dedicado a los niños, otro a las mujeres y uno más a los hombres.

La tradición dice que cada visitante debe entregar una cera o vela a los familiares, pues gran parte de las que se recolectan son llevadas al panteón el día 2 de noviembre; asimismo, otras más se quedan en casa y se prenden todos los días a las siete de la noche en oración por el eterno descanso de la persona.

En esta ocasión, se registró una gran afluencia de personas a partir de las 20:00 horas, pues las filas para visitar las ofrendas lucieron muy extensas.

Personas de todas las edades, desde niños, jóvenes y adultos, realizaron el recorrido por las ofrendas nuevas, entregando una cera o vela, y como agradecimiento la familia ofreció algún alimento como pan, ponche, café y atole, entre otros.