La tradicional Cereada de Día de Muertos en Ocotepec es una de las más importantes en Morelos, ya que conlleva una serie de costumbres que prevalecen en la comunidad de generación en generación. Asimismo, se convirtió en un atractivo turístico que recibe a visitantes locales, nacionales e internacionales.
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Para los pobladores de Ocotepec es una ceremonia en honor a quienes partieron este año, por lo que se colocan las ofrendas nuevas.
“Esta situación es de mucho respeto, porque es nuestra tradición y sobre todo porque la familia todavía está viviendo su duelo de que su difunto ha trascendido. Esto se ha dado de manera turística también sin pensarlo o quererlo, pero es algo atractivo para las personas y todos son bienvenidos, sin embargo, siempre les pedimos que vengan con mucho respeto. Nadie quisiera poner ofrenda nueva, pero la ideología nos obliga a cumplir con lo que los abuelos nos enseñaron”, expresó Yanira Rivas, promotora cultural e integrante del grupo Mayecapan de Ocotepec.
En esto consiste la Cereada
La esencia e ideología que nos sembraron nuestros abuelos, es que para que ellos se encaminen, es ponerles sus ceras. Hace muchos años los originarios de nuestro pueblo entre compadres, familiares se visitaban y se llevaban la cera, ahora los que somos cercanos llevamos ofrenda, flores y cera, ésta última suele ser distinta, cuando digamos que hay un acercamiento con la familia del difunto y muchos llevan ceras escamadas
De acuerdo a la tradición, la mesa debe estar lista entre las 10:30 y 11:30 horas, y a partir del mediodía ya se pueden visitar las ofrendas para acompañar y dar la luz a cada difunto.
Las personas llegan durante todo el día y otorgan las ceras, a cambio reciben algún alimento o bebida, porque la familia se prepara para corresponder esa luz y comparten los alimentos o el pan y la sal como decían las abuelos
Cabe destacar que cada ofrenda en Ocotepec, tiene la particularidad de poner en el altar una figura que simula el cuerpo del difunto como si estuviera presente, así como una silla, que hace referencia a que se sienta a convivir con la familia y visitantes.
“El cuerpo se conforma con pan, plátano largo, frutas y se pone la ropa, en especial lo que usaba la persona y alguna prenda en particular, y se pone una silla porque ahí es donde se sienta a convivir con los que llegan. También está la fotografía y todo lo que les agrada, otra característica es el cielo, que se pone con el papel picado. Y últimamente, se pone también una flor llamada Tegagean, que crece en el campo de nuestro pueblo, que está en peligro de extinción y que se utiliza para el novenario, pero hay quienes la colocan también en la ofrenda”.
Recomendaciones para visitar las ofrendas
- Llegar con mucho respeto
- Traer jarro o taza
- Pedir autorización para tomar fotografías
- No ir disfrazados
- La cera que van a otorgar que es la luz del camino del difunto, por lo que se pide que no sea un cebo, ni del tamaño de un lápiz
- Si ya están satisfechos no recibir los alimentos porque terminan tirados en las calles.
Familias se acompañan en el panteón
El día 2 de noviembre, los habitantes de Ocotepec van al panteón, y las personas con ofrendas nuevas deben llevar su ornato, algunos llevan el arco, también el cielo y las ceras, incluso las que se han estado consumiendo.
“Debido a que son muchas ceras, no se llevan todas, nos recomiendan los rezanderos del pueblo que se prendan todos los días en la oración a las 7 de la noche. Asimismo, ese día, en el panteón se espera a la Virgen de la Soledad en procesión, que va de la parroquia al cementerio y la misa es a las 12 o 1 de la tarde y estamos ahí un buen rato. Después se invita a familiares a comer especialmente mole rojo y todo lo de la ofrenda”.
Las personas que tienen difuntos de años anteriores, también colocan su ofrenda, particularmente como un montoncito tapado con una servilleta, y las ceras se enciman; y es una tradición que en casa se enseña a los hijos a que aprendan a adornar porque además conlleva muchas conversaciones para la transmisión de saberes y costumbres.
Día de Muertos va más allá del 2 de noviembre
En Ocotepec, la festividad de Día de Muertos no culmina el 2 de noviembre, pues se cree que los difuntos se quedan aquí ocho días, por lo que, al cumplirse ese periodo, son despedidos con una ofrenda nueva.
“Les ponemos ofrenda de despedida que es muy sencilla, pero con particularidades con el copal, incienso, chayotes, tlaxcales, tamales, atole, dulce en almíbar y para el camino canasta o chiquihuite. A las 7 de la noche, se salen a despedir con el incienso, se echan los cohetones y se tocan las campanas. Es un momento muy melancólico que encierra muchos sentimientos encontrados”.
Cabe destacar que esta festividad en honor a los difuntos en Ocotepec, ha sido reconocida a nivel mundial como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su significado y contribución a la cultura, esto fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2008.
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