Ya inició la temporada de Carnavales en Morelos, y sin duda uno de los más importantes es el del pueblo mágico de Tlayacapan, pues es considerado como la cuna del chinelo. En esta ocasión, el carnaval se realizará del 28 de febrero al 4 de marzo, con una serie de actividades en la que destaca el tradicional “Huehuetzin”, que basado en los archivos históricos cuenta cómo iniciaron los chinelos.
Desde el 28 de febrero se realizarán diversas actividades, como el jaripeo baile y el brinco del chinelo. Mientras que el Huehuetzin será el sábado 2 de marzo a partir de las 16:00 horas en la plaza principal de Tlayacapan.
“El Huehuetzin es el personaje alusivo a la festividad, que dio pie a esa tradición, y es una representación teatral basada en el archivo histórico y en la memoria de los pobladores de Tlayacapan, pues cuenta cómo se originó esta bonita tradición que nos da identidad como morelenses. En la tarde, iniciamos un recorrido por las calles con las cuadrillas y gente vestida con ropas viejas; el festejo se extiende hasta la noche, alrededor de las 20:00 o 21:00 horas con la ofrenda del tradicional ponche de muicle”, expresó Jorge Emanuel Morales Barón, director de Turismo de Tlayacapan.
Cabe destacar que el Huehuetzin surgió en 1807, por iniciativa de un grupo de jóvenes nativos del lugar, quienes cansados de verse excluidos de las fiestas de carnaval organizadas por la gente rica; organizaron una cuadrilla, se disfrazaron con ropa vieja tapándose la cara con un pañuelo y empezaron a gritar, a chiflar y a brincar por las calles del pueblo, burlándose de los españoles.
Esta improvisación tuvo gran éxito, pues se habló mucho de ella, tanto que al año siguiente se organizó nuevamente. La palabra “huehuetzin”, de origen náhuatl significa “persona que se viste de ropas viejas”, año tras año, a medida que se hacía más popular, la fiesta se ritualizaba y el personaje evolucionaba gradualmente. Para representar a los españoles se les añadieron barbas a las máscaras y se originó a los famosos chinelos; ahora esta celebración ha permanecido como parte de las tradiciones más importantes de Tlayacapan.
El traje del chinelo de este pueblo mágico se ha caracterizado por su sencillez y permanecer intacto desde su origen, pues en otras regiones de Morelos ha ido evolucionando por los diversos cambios de colorido o integración de elementos.
Este lindo traje está realizado de manta blanca con listones azules, sombreros pequeños con plumas de colores y paliacates largos; que según cuenta la historia es el original traje de chinelo, al surgir en este pueblo mágico.
Cabe destacar que la sencilla vestimenta del chinelo de Tlayacapan, hace referencia a la autoridad católica, al sacerdote y catolicismo, por eso el traje es completamente blanco y ligero. Asimismo, el sonido de voz que emiten, reconocido como “falsete” y el exceso de barba en las máscaras continúan siendo una burla para los españoles. A pesar de los años, se ha luchado por conservar la originalidad de la vestimenta sin sufrir modificaciones.
El traje es elaborado de manera artesanal, y para su confección se requiere un tiempo aproximado de dos meses, y su costo puede alcanzar hasta los 10 mil pesos.
Durante el Carnaval, todos los días se realizará el tradicional brinco del chinelo, el cual estará amenizado por diversas bandas locales y en especial por la Banda de Tlayacapan “Brígido Santamaría”, considerada como la más antigua de la región.
Banda de Tlayacapan “Brígido Santamaría”
A través de los años, la Banda de Tlayacapan “Brígido Santamaria” se ha consolidado como una de las instituciones culturales más representativas del estado de Morelos, encargadas de preservar, promover y difundir la música tradicional mexicana a nivel estatal, nacional e internacional. Desde su fundación ha sido un elemento importante que identifica al pueblo de Tlayacapan.
Fue fundada en México a mediados de 1870 bajo la dirección de Vidal Sanatamaria. Al estallar la Revolución en 1910, esta agrupación acompañó al Gral. Emiliano Zapata Salazar, siendo el director en esa época don Cristino Santamaría, uno de los hijos del viejo Vidal, que además tuvo el grado de Teniente Coronel Zapatista.
La banda crece y se fortalece con don Brígido Santamaría Morales, músico creativo y talentoso que aprendió y dominó varios instrumentos de viento y percusión, formó varias bandas de música en el estado de Morelos. Entre sus méritos se encuentra la notación musical de la danza de los Chinelos, sones y jarabes para los toros y marchas fúnebres. En honor a él esta banda lleva su nombre.
Uno de sus directores y maestro de esta banda fue el maestro Carlos Santamaría Pedraza, que con el apoyo de sus hijos logro la recopilación de la música popular no escrita ya que solo se ha mantenido a través de la memoria histórica. Además es digno de mencionar la labor educativa que ha realizado con niños y jóvenes de la comunidad y la incorporación del género femenino en lo que anteriormente fue reducto masculino, logrando así la diversidad y continuidad de esta importante tradición, dicho esfuerzo ha llevado que esta institución musical tenga un alta participación comunitaria, que en su mayoría la integran jóvenes y niños.
