Y quién dice que las bugambilias no poeman, si sólo basta con mirarlas para escuchar los diferentes cantos de sirenas que brotan de sus iluminadas flores rosas diamantinas y su perfume poético, se esparce invitando a la reflexión, a la ternura y a la provocación en todos los sentidos.
Al filo de las 18:00 horas comenzó la lectura y las poetas fueron presentadas por Ethel Krauze: Ana Hilda Chávez Mata, Bertha Carrillo, Carmen Avellaneda, Elizabeth Rodríguez González, Elsa Castorela Castro, Lucy Domínguez, Gabriela García Soria, Gela Manzano, Jesica Korbman Dryjanski, Lourdes Mancilla y Norma Vázquez Sotelo.
Reicelda Oxilia Piña, Sara Schmidt.
Una tarde noche de verdadera gala y para tener una idea de lo que trató, aquí dejamos este juego de palabras con fragmentos de todas las poetas hasta que se convitió en un poema único a modo de “Cadáver exquisito”; una técnica usada en Francia por los surrealistas en los años 20. ¡Larga vida al taller de literaturización!
Tú, puesta de sol en mis meriendas
levantando mis querellas con tu fuerza.
El conjuro se frustró con tu partida.
Yo ya no sé si la canija sombra era la tuya
si elegiste el camino más largo para respirar
y en la cuenca te encontraste aguas marinas.
Así transcurro…
Así funciono.
Hasta que comprendo que la brocha no borra tus besos.
Mon nom n’est pas Baudelaire
pero conozco el placer de la caída,
he sentido la tenebrosa borrasca
persiguiendo el maldito hastío.
Te dejo mi libro de Alfonso Reyes
olvida los versos que me escribiste
en una tapa de cartón.
La noche ya está dormida
yace en su hamaca tendida
colgada del firmamento.
Esperé hasta el cansancio
cada día,
de noche
de madrugada
imaginaba el regreso.
En esta hora terrible
Cuando la luz se pierde
en el horizonte
cuando el tiempo se desmorona.
no he leído el Quijote
no he leído a Joyce
escribo en mi alcoba
donde habito.
Necesito estar bajo la lluvia,
solo eso necesito
que sus gotas bañen mi cuerpo.
Tengo guardado los hallazgos
Tengo la idea implacable del ámbar de tu mano
Tengo la borrosa imagen de estar tan cerca
¡Sí, hay otro modo de ser!
Cuestión de tiempo,
nos costará comprenderlo,
Asimilarlo, tal vez.
La risa encierra el recuerdo
entre humo
tragos y
chochos…