El 2 de octubre de 1968, la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México, se convirtió en el escenario de una de las tragedias más impactantes en la historia de México: la represión violenta de una manifestación pacífica del movimiento estudiantil.
Ese día, fuerzas del Estado abrieron fuego contra miles de jóvenes que exigían mayor democracia y respeto a los derechos humanos. La masacre de Tlatelolco, como se le conoce, dejó una huella imborrable en la memoria histórica del país.
Aquí te presentamos 10 puntos para comprender ese hecho oscuro en la historia de México.
Contexto internacional de 1968
Ese año fue convulso a nivel mundial. Movimientos estudiantiles y protestas sociales se dieron en países como Francia y Estados Unidos, influyendo en el surgimiento de movimientos similares en México, donde los jóvenes exigían cambios profundos en la sociedad y el respeto a sus derechos.
El movimiento estudiantil en México
En 1968, estudiantes de instituciones como la UNAM, el IPN y otras universidades mexicanas encabezaron un movimiento que exigía, entre otras cosas, libertad política, la disolución del cuerpo de granaderos y el respeto a la protesta social.
La Plaza de las Tres Culturas: símbolo de la lucha estudiantil
El 2 de octubre de 1968, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México, para participar en un mitin del movimiento estudiantil. Este lugar, icónico por su historia, se convirtió en el epicentro de la tragedia.
La represión por parte del Estado
La tarde del 2 de octubre, las fuerzas armadas mexicanas, incluyendo el Batallón Olimpia, irrumpieron en la manifestación pacífica, abriendo fuego sobre los asistentes. Este evento, conocido como la Masacre de Tlatelolco, es uno de los actos de represión más violentos en la historia moderna de México.
Las víctimas
Aunque el gobierno mexicano inicialmente reportó un número reducido de fallecidos, investigaciones posteriores estiman que murieron más de 300 personas en Tlatelolco. Sin embargo, la cifra exacta sigue siendo incierta debido al ocultamiento de información por parte de las autoridades.
El impacto en los Juegos Olímpicos
México se preparaba para ser el primer país latinoamericano en organizar los Juegos Olímpicos, que comenzarían el 12 de octubre de 1968. La masacre del 2 de octubre opacó la imagen internacional que el gobierno mexicano intentaba proyectar en ese momento.
Las demandas del movimiento estudiantil
Entre las principales demandas de los estudiantes se encontraban la libertad para los presos políticos, la derogación del artículo 145 del Código Penal (que criminalizaba la protesta), la desaparición del cuerpo de granaderos y el deslinde de responsabilidades de los funcionarios involucrados en los actos represivos.
El encubrimiento gubernamental
El gobierno de Gustavo Díaz Ordaz negó inicialmente su participación en la masacre, señalando que las fuerzas armadas solo estaban presentes para resguardar la seguridad. Años más tarde, investigaciones revelaron la operación secreta del Batallón Olimpia y el papel del Estado en la represión.
2 de octubre no se olvida
Esta frase ha perdurado por más de cinco décadas, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y memoria. Cada año, el 2 de octubre se conmemora con marchas y protestas en diversas partes del país, especialmente en la Ciudad de México, como un recordatorio de la lucha por los derechos humanos y la justicia.
La memoria histórica y los derechos humanos
A lo largo de los años, diversas organizaciones de derechos humanos, activistas y familiares de las víctimas han trabajado para esclarecer lo sucedido en Tlatelolco.
La masacre de 1968 es un referente en la historia de México y un llamado a la importancia de la democracia y el respeto a la libertad de expresión.