Regreso a clases, ¿estás preparado?

En el mes de marzo nuestro país tuvo que imponer rigurosas medidas de confinamiento ocasionando una disrupción enorme en las vidas, el aprendizaje y el bienestar de los niños.

Ante el regreso a clases se espera la colaboración del gobierno con las escuelas para que los niños, especialmente los más marginados, sigan asistiendo a clase y aprendiendo. No se trata simplemente de reabrir las escuelas, sino de reabrir mejores escuelas, por eso es importante conocer los desafíos a los cuales nos enfrentaremos, entre ellos destacan los trastornos psicológicos.

Enfatizando LOS TRASTORNOS DE ADAPTACIÓN, éstos son afecciones relacionadas con el estrés. Se caracterizan por sufrir más estrés del que normalmente se esperaría en respuesta a un suceso estresante o inesperado, y el estrés provoca problemas significativos en tus relaciones, el trabajo o la escuela. La mayoría de las veces, las personas se ajustan a esos cambios en pocos meses. Sin embargo, si el alumno o el profesor tiene ya un trastorno de adaptación, continuará teniendo reacciones emocionales y conductuales que pueden contribuir a que se sienta ansioso o deprimido.

Los signos y síntomas pueden variar según la persona. Algunos ejemplos son:

• Sentirse triste, desesperanzado o no disfrutar cosas que solía disfrutar

• Llorar con frecuencia

• Estar preocupado o ansioso, nervioso, tenso o estresado

• Trastornos del sueño

• Falta de apetito

• Dificultad para concentrarse

• Sentirse abrumado

• Tener dificultades para desenvolverte en las actividades diarias

• Apartarse de la red de apoyo social

• Evitar asuntos importantes, como ir al trabajo o pagar cuentas

• Pensamientos o conductas suicidas

Los síntomas del trastorno de adaptación aparecen dentro de los tres meses posteriores a un suceso estresante y no duran más de seis meses después de su finalización. Sin embargo, los trastornos de adaptación persistentes o crónicos pueden continuar durante más de seis meses, en especial, si lo que te produce estrés continúa, como la pandemia.

En general, los factores de estrés son temporales y aprendemos a afrontarlos con el tiempo. Los síntomas del trastorno de adaptación mejoran cuando el estrés se alivia. Sin embargo, en tiempos de pandemia éstos pueden seguir presentándose, por lo que se sugiere acudir al especialista para obtener tratamiento que te ayude a afrontar mejor los episodios de estrés y sentirte mejor con tu vida de nuevo.

Si tienes pensamientos relacionados con lastimarte a ti mismo o lastimar a otra persona, llama al teléfono de emergencia, dirígete a una unidad de salud o cuéntaselo a un familiar o amigo de confianza.

Recuerda que la genética, las experiencias de vida y el temperamento pueden aumentar la probabilidad de padecer un trastorno de adaptación, por experiencias de vida tenemos los siguientes ejemplos:

• Problemas interpersonales o en las relaciones

• Divorcio o problemas conyugales

• Cambios en la situación actual, como retomar la escuela

• Situaciones adversas, como perder el trabajo, el fallecimiento de un ser querido o problemas económicos

• Problemas con tus vecinos

• Factores de estrés continuo, como tener una enfermedad, riesgo a infectarse por COVID-19 o vivir en un lugar inseguro

Recuerda que de las experiencias de vida que hayas tenido, estas pueden impactar en tu forma de afrontar el estrés. Es decir, el riesgo de padecer un trastorno de adaptación puede aumentar si:

• Viviste con un nivel significativo de estrés durante la niñez

• Tienes otros problemas de salud mental

• Te enfrentas a varias circunstancias difíciles al mismo tiempo

Si los trastornos de adaptación no se resuelven, con el tiempo, pueden derivar en problemas de salud mental más graves, como trastornos de ansiedad, depresión o abuso de sustancias.

Si queremos prevenir la aparición de estos síntomas, es importante aprender a detectar las situaciones venideras generadoras de estrès, y estas pueden ser el regreso a clases, una jubilación, cambio de casa, etcétera, acude a tu fuerza interna, aumenta tus hábitos saludables y acércate a tus redes de apoyo social por adelantado. Recuerda que, por lo general, la situación durará un tiempo limitado y que puedes superarla. Además, considera visitar al profesional de salud mental para analizar formas saludables de controlar el estrés.

PSIC. DOTTOR

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