Los hermanos Rosas Mora se dedican a la elaboración de los tradicionales Judas que cada año son quemados durante el Sábado de Gloria, en Semana Santa.
Rocío Rosas Mora y sus hermanos son la cuarta generación que realiza estos muñecos de cartón en Temixco y cada año ofrecen sus productos en la carretera federal Cuernavaca-Taxco, muy cerca de la entrada al municipio.
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“Son cuatro generaciones, yo con mis hermanos llevamos ya 30 años trabajándolos bien. Mi papá nos enseñó. Desde que tenemos uso de razón hemos trabajado en esto”.
Los Judas son elaborados de manera artesanal y de forma muy creativa, pues los muñecos de bebés son el molde ideal para darles forma y hacerlos de diferentes tamaños; incluso hay algunos que llegan a medir hasta 5 metros.
“Básicamente están hechos de cartón, son moldes de muñecos de plástico, nosotros los empapelamos, es todo un proceso”.
La elaboración de los Judas inicia desde el mes de enero para poderlos tener listos en Semana Santa y comenzar con la venta días antes del Sábado de Gloria. Este año realizaron 300 Judas.
Los hermanos Rosas buscan con ello mantener viva la tradición, pues aseguran que cada año son menos las familias que acuden a comprar.
Antes teníamos ventas de familias completas que venían, y cada niño agarraba su judas y cada uno se lo llevaban con mucho gusto y sabía lo que significaba, pero ahorita no saben lo que es.
¿Cuánto cuestan los Judas?
Los hermanos Rosas Mora realizan judas de distintos tamaños. El más pequeño puede medir hasta 5 centímetros. Los precios van desde los 40 pesos, mientras que los de tamaño estándar llegan a costar entre 80, 150 y 200 pesos. Ya si prefieres los más grandes debes invertir hasta 10 mil pesos por ellos.
¿Por qué se queman Judas en Sábado de Gloria?
De acuerdo con la tradición, los Judas se queman en Sábado de Gloria como una manera de ahuyentar al Diablo el día en que Jesús permaneció en su sepulcro, según el mito bíblico.
La quema del Judas surgió en México hace cientos de años durante la Colonia y fue para evangelizar a los indígenas.
El acto representaba el triunfo del bien sobre el mal, por eso la figura comúnmente era un diablo, pero desde hace algunos años se optó por muñecos de políticos, artistas o personajes populares.