En las regiones altas de Morelos el clima es templado y los pueblos son tranquilos. No hay smog en las calles, los pitidos de los vehículos no opacan la tranquilidad y la gente va por su rumbo sin prisa; a veces, incluso, con una sonrisa en el rostro. Así es Totolapan, uno de los pueblos donde, durante el siglo XVI, los frailes agustinos decidieron edificar un santuario para adoctrinar a la población indígena de la región.
El exconvento de San Guillermo Abad fue fundado en 1536, luego de que la orden agustina resultara expulsada de Ocuituco. La construcción del edificio concluyó en 1545. Dos años antes, en 1543, el fray Antonio de Roa recibió misteriosamente una figura de Cristo de manos de un indígena al que jamás se le volvió a ver.
Para el fray, aquel hombre era un ángel, y la figura pasó a ser conocida como “el cristo aparecido”, convirtiéndose en el santo patrono de la comunidad y una de las figuras más veneradas en la actualidad por los feligreses del centro del país.
Actualmente el exconvento se encuentra cerrado al público, pero los visitantes pueden admirar su arquitectura desde el atrio. A diferencia del resto de conventos de la región, su fachada está decorada con sillares simulados con estuco y medallones con los monogramas IHS y XPS (monogramas de Jesucristo).
El templo del exconvento es de una sola nave con una bóveda de cañón corrido y cuenta con una torre (actualmente en proceso de reconstrucción), la cual fue edificada después de su fundación. En el claustro destaca un Padre Nuestro escrito en náhuatl.
Un santuario discreto
A diferencia de otros de los conjuntos conventuales que integran la Ruta de los Conventos, declarada Patrimonio de la Humanidad desde el año 1994 por la Unesco, el de Totolapan podría considerarse como un edificio más bien discreto.
“El exconvento de San Guillermo dista mucho de ser un edificio grandioso, si bien sencillo y masivo, como muchos otros de su época, en él destaca la pintura mural conservada en el corredor del claustro bajo (que sí puede apreciarse por el visitante actual), trabajada con la técnica del esgrafiado, como se ve en los guardapolvos de fina factura”, señala el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Desde el sismo del 19 de septiembre, el exconvento ha enfrentado un proceso de reconstrucción arduo, toda vez que el 80 por ciento de su estructura resultó dañada. A pesar de eso, las autoridades de Totolapan siguen promoviendo su patrimonio histórico con visitas desde el exterior, en espera de que el proceso de restauración, coordinado por el INAH, permita volver a admirar sus interiores.
Un restaurante agustino
A unos pasos del exconvento de San Guillermo, el restaurante “Agustinos” (llamado así por obvias razones) es una excelente opción para comer en un espacio agradable. El restaurante se encuentra en la calle Álvaro Obregón, en el barrio de San Agustín, y sus interiores hablan por sí mismos: con un ambiente de música acústica y una cocina que asemeja a las cocinas tradicionales mexicanas, el servicio ofrece un menú de platillos tradicionales como las picaditas y las quesadillas, así como enchiladas, chilaquiles y huevos al gusto.
“Está inspirado en el emblemático nombre del barrio de San Agustín y en honor de los fundadores del exconvento, con la finalidad de ofrecer a los lugares y visitantes un lugar agradable”, cuenta el personal del lugar. En nuestra visita, degustamos las enchiladas “agustinas” y los huevos “agustinos”, la especialidad de la casa.
Por las tardes, “Agustinos” es un restaurante grill que ofrece hamburguesas, alitas y bebidas, con presentaciones musicales durante la semana.
Lugares que vale la pena visitar
Además del exconvento de San Guillermo, al estar en Totolapan vale la pena visitar el mirador del cerro de Santa Bárbara, al que se puede llegar en servicio de mototaxi (éstos hacen base en el centro del municipio), así como el que se ubica en la comunidad de San Sebastián La Cañada.
Antaño abrazado por la vía férrea, el suelo de Totolapan alberga cerros de una altura prominente. Para lograr comunicar sus localidades, se tuvo que construir un túnel, lugar que fue olvidado con el paso de los años, pero que hoy también es otro de los sitios promovidos por su interés histórico por las autoridades de la comunidad. El túnel se encuentra en Nepopualco.
¿Cómo llegar?
- En transporte público desde la CDMX:
Se toma la línea azul del metro, saliendo de Pino Suárez con dirección a la terminal Taxqueña, para dirigirse a la terminal Central del Sur (terminal de autobuses Taxqueña). Tomar un autobús de la línea Pullman de Morelos o Estrella Roja, con dirección a Cuautla.
En Cuautla, bajarse en la parada que hace el autobús en Los Arcos, en el acceso norte a la ciudad, donde habrás de tomar una combi de la Ruta 15-B, la cual te llevará al centro de Totolapan (son verdes).
- En transporte público desde Cuernavaca:
Tomar un autobús de la línea Estrella Roja con dirección a Cuautla.
En Cuautla, bajarse en la parada que hace el autobús en Los Arcos, en el acceso norte a la ciudad, donde habrás de tomar una combi de la Ruta 15-B, la cual te llevará al centro de Totolapan (son verdes).
- En transporte público desde Cuautla:
Puedes tomar una combi de la Ruta 15-B, con rumbo a Totolapan, atrás de la Bodega Aurrerá del centro de Cuautla, la cual te deja en el centro del municipio, a unos pasos del exconvento.
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