Un caso de ruralidad inmersa en la Cuernavaca urbana

Cuernavaca, conocida popularmente como la ciudad de la eterna primavera, donde su nombre rinde cuentas a su hermoso clima tropical lleno de colores y flores es también un espacio de riqueza cultural, ya que cuenta con vestigios arqueológicos, construcciones coloniales y edificios emblemáticos. Siendo la capital del Estado de Morelos, se reconoce no solo como un lugar turístico para los vecinos de CDMX, Toluca, Puebla, Acapulco, o extranjeros, sino por la originalidad en sus regiones.

Este crisol cultural alberga 65 localidades o colonias, de las cuales doce son los llamados pueblos originarios. Reconocidos por su tradición e historia propia, enmarcan una realidad cambiante en la que permanecen por medio de la relación social entre los habitantes, quienes lo refuerzan con sus diversas festividades religiosas que se acoplan a la estructura urbana del territorio cuernavaquense (Toledo, 2017).

Buenavista del Monte, vive en Cuernavaca

Esta localidad pertenece a esos 12 pueblos originarios, se establece en la parte alta y plana de una serranía delimitada por las barrancas El Sabino, Cocotzin, El Tejocote, y El Túnel. Si bien, está ubicada a sólo 12km de la colonia Ruiz Cortines, en realidad se encuentra lejos de la urbanización de Cuernavaca, donde destaca por mantener actividades agropecuarias, entre las que está la cosecha de aguacate y otros frutos, la milpa y la ganadería, así como sus tradicionales festejos (Gómez, 2017). Situación que coloca a la comunidad como una de las últimas poblaciones rurales dentro de la ciudad de Cuernavaca y que al mismo tiempo representa un rango alto de marginación, SEDESOL (2013). Por lo tanto, es un claro ejemplo de lo que implica vivir dentro de la ciudad sin tener las prerrogativas de la misma. (fig. 2 y 3)

De acuerdo con el censo de 2010 la localidad cuenta con 910 habitantes (48% hombres y 52% mujeres), del total de la población el 6,26% proviene de fuera del Estado de Morelos. El 6,37% de la población es analfabeta (5,26% hombres y 7,40% mujeres) y el grado de escolaridad es del 6.38 (6.33 en hombres y 6.43 en mujeres), aunque seguramente algunos de estos han cambiado en los últimos años, INEGI (2010).

Dadas las referencias resultó de suma importancia conocer de primera fuente la zona, para ello como parte de las actividades del proyecto de la Red Temática de Patrimonio Biocultural (CONACYT) y del centro INAH Morelos, desarrollamos un proyecto de investigación enfocado hacia los jóvenes, en particular los de la comunidad del Telebachillerato (TBC), único dentro de la comunidad. Este plantel no cuenta con una infraestructura propia, ya que comparte el espacio con los alumnos de la telesecundaria, quienes lo ocupan por la mañana. Los TBC son lugares establecidos en zonas rurales, con la intención de coadyuvar a la población, fomentando el paso seguro a la preparatoria, la integración juvenil y el cumplimiento de las responsabilidades del estado en materia educativa, razón por la que sus grupos son más pequeños que los del bachillerato común.

Se realizaron diversos talleres, en distintas sesiones con el fin de conocer, cuál es la percepción que los jóvenes tienen sobe la comunidad, la cual nos permitió aplicar un cuestionario que respondiera a temas fundamentales de su acontecer cotidiano.

Como se menciona con anterioridad, uno de los aspectos esenciales y característicos de la comunidad de Buenavista del Monte es su relación con la producción del aguacate, puesto que a nivel nacional es uno de los principales productores. Sus repercusiones se observan en distintos aspectos: económico, social y político. Su relevancia es tanta, que en el 2017 se propuso desarrollar el "Aguacatour" en Buena Vista del Monte, donde la intención radica en poner en marcha la "Ruta del aguacate", con el propósito de posicionar la producción de aguacate cuernavaquense y generar al unísono una derrama económica para los pobladores de Buena Vista (Diario de Morelos, 2017). El aguate es entonces, la representación de un aspecto identitario para la comunidad estudiantil de Buenavista del Monte y los jóvenes lo recalcan. (fig. 4)

Así mismo no solo se sienten orgullos de producir, sino que consideran que deben ser ellos los primeros en recibir los beneficios, aunque están en desacuerdo que esto suceda, porque el robo de aguacates ha sido siempre un problema y hoy está en aumento. (Insertar fig. 5)

Por ello es que los jóvenes mencionan que el control del territorio de la tierra por parte de la comunidad ha sido menor, la seguridad comunitaria está empeorando y los culpables del suceso, es el gobierno. Consideran que no están dentro del rango de seguridad que la ciudad de Cuernavaca ofrece, ya que, en comparación a otros pueblos, el gobierno los abastece “más o menos”. Vemos que al cuestionarles que tanto apoyo del gobierno tenían, las opciones a responder eran tres: poco, medio y mucho, pero esta última opción ni siquiera apareció en el rango de medición. (Insertar fig. 6)

Sin embargo, la comunidad ha tomado este proceso de indiferencia del gobierno como una oportunidad para fortalecer sus actividades económicas, que nosotros caracterizamos como Ocupaciones Bioculturales (OPB). Estas son aquellas actividades productivas, generalmente primarias que se desarrollan en la región donde habitan las personas y que tienen aprobación comunitaria. Remiten al autoconsumo, intercambio comunitario y comercialización a pequeña escala. Supone el uso del conocimiento local ancestral y el cuidado del ecosistema. La normatividad local controla el acceso a los recursos naturales y si lo desean se pueden apoyar del Estado. De este modo, los huertos familiares son una de las OPB, que tiene, tanto autoconsumo medio como una frecuencia de ingreso, mientras que la silvicultura tiene un grado alto de autoconsumo, pero la frecuencia de ingreso varía. (fig. 7 y fig. 8)

Se observa así que el sentido de comunidad es fundamental para mantenerse y sobrevivir, ya que como se mostró la identificación más fuerte se encuentra con la producción en sus tierras, es por eso que saben que les pertenece y eso permite sobrevivir en la parte urbana, ejercicio que pretendimos focalizar.

Estos elementos son una recopilación sintetizada, pero que deja claro que los jóvenes son conscientes de los retos que se viven dentro del poblado y así mismo reconocen que las limitaciones gubernamentales no son limitaciones comunales. Esto le ha permitido a la comunidad preservar su identidad rural y generar estrategias de subsistencia con medios locales, sabiendo que la urbe esta solo a unos kilómetros de distancia. (figura 9)

Bibliografía

• DDM Redacciones (2017). Preparan a Buena Vista del Monte para "Aguacatour". Recuperado de: https://www.diariodemorelos.com/noticias/preparan-el-aguacatour-en-buena-vista-del-monte Fecha de consulta: 13/05/2019

• Gómez Elvia (2017). Buenavista del monte. Del santo al santo: las fiestas pratronales de Cuernavaca, Vol.I. Colección memoria e identidad. Morelos, México

• Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2010) Sistema para la Consulta de Información Censal 2010. Recuperado de: http://gaia.inegi.org.mx/scince2/viewer.html.Fecha de consulta: 14/05/2019

• Secretaria de Desarrollo Social (2013) Catálogo de Localidades Recuperado de: http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/LocdeMun.aspx?tipo=clave&campo=loc&ent=17&mun=007.Fecha de consulta: 14/05/2019

• Toledo Erandy (2017). Introducción. Del santo al santo: las fiestas pratronales de Cuernavaca, Vol.I. Colección memoria e identidad. Morelos, México.