Fue poetisa, periodista e infiltrada en el gobierno del Virreinato Español y considerada una de las figuras mas importantes de la guerra de Independencia en México.
Huérfana desde muy pequeña quedo al cuidado de su tío el Dr. en leyes y abogado Don Agustín Pomposo Fernandez de San Salvador.
Gracias a la posición familiar y a los bienes heredados de sus padres, que quedaron bajo la cuidadosa administración de su tío, Leona tuvo la oportunidad de tener una esmerada educación.- Estudió Bellas Artes y Ciencias,- y cultivo la pintura y la literatura.
María de la Soledad Leona Camila Vicario, poseía un espíritu rebelde y libre que no admitía que le impidiesen su desarrollo, le gustaba leer, tener amistades y participar en actividades sociales.
En el bufete de su tío conoció a un pasante en leyes Andrés Quintana Roo de quien se enamoro y posteriormente se casó Participó como mensajera de los insurgentes, apoyando a la protesta criolla que estaba surgiendo en La Nueva España en 1818. Enviaba dinero y medicinas, colaboró con los rebeldes transmitiéndoles recursos, noticias e información de lo que ocurría en el centro virreinal. En una ocasión las autoridades interceptaron a uno de sus correos y se dieron cuenta de sus movimientos a partir de entonces empezó a ser muy vigilada.
Después de un larguísimo proceso fueron apareciendo sus participaciones que la inculpaban gravemente.
Declarada culpable en lugar de mandarla a la cárcel, se le mantuvo presa en El Colegio de Belen de las Mochas” su tío Agustín no pudo evitar que la procesaran las autoridades y fue declarada culpable, se le condenó a formal prisión y a la incautación de sus bienes donde después de estar presa 42 días, fue liberada por un grupo de insurgentes disfrazados de oficiales virreinales bajo el mando de Andrés Quintana Roo.
Rápidamente se organizó su salida de la Capital, simulando ser arrieros que conducían burros cargados con cueros de pulque. Los cueros al parecer iban cargados de tinta de imprenta, letras y moldes de madera para escribir el periódico de los rebeldes.- Empeñada en seguir colaborando con la insurgencia.
Huyo al territorio Michoacano donde se caso con Andrés Quintana Roo, y a partir de entonces se mantuvo al lado de su esposo al servicio de la Insurgencia y del Congreso de Chilpancingo.
Posteriormente fue indultada y obtuvo la restitución de sus bienes. En 1814 y 1815 Leona siguió colaborando y trabajando en los periódicos, El Ilustrador Americano, El Semanario Patriótico Americano.
También gracias a los recursos de Leona se editaba El Periódico El Federalista donde escribió hasta el día de su muerte.
Este gran personaje e incansable luchadora por la Independencia murió a los 53 años el 21 de agosto de 1842.