El yoga es una práctica que conecta el cuerpo, la respiración y la mente, una disciplina que ha sido gran aliada para muchos en estos momentos de confinamiento, por la situación de la pandemia.
Pasar todo el tiempo en casa y cambiar a una rutina totalmente distinta desde hacer home office, salir a la calle sólo en momentos indispensables o tener bastante tiempo libre, ha provocado en mucha gente cuadros de ansiedad, de depresión, insomnio y distintos malestares.
“No estamos sensibilizados para reconocer el impacto psicoemocional que tiene el quedarnos en casa, y no sólo eso, sino cómo el cuerpo resiente el cambio de actividad, porque muchas veces en tu cotidianidad andas de un lado a otro y el cuerpo se mantiene en movimiento aún en la estructura sedentaria en la que vivimos; entonces cuando no recibe nada de eso los músculos se tensan y generan más estrés, pasamos más tiempo sentados y la estructura del cuerpo empieza a repercutir en diferentes partes como la columna, los tendones y las articulaciones”, expresó Tláloc S. García, maestro de yoga.
Recordando que el cuerpo evolucionó para estar siempre en movimiento y para combatir este tipo de afectaciones emocionales, es recomendable dedicar al menos 30 minutos de nuestro tiempo, para hacer ejercicio, con el objetivo de despejar la mente, mantener el cuerpo en movimiento y lograr que el tiempo en casa sea más llevadero.
Cada uno puede elegir el ejercicio con el que sienta mayor comodidad, pero para quienes no suelen tener una rutina de ejercicio y en esta cuarentena desean empezar con algo, sin duda, la práctica de yoga es un gran aliado en estos días.
“La yoga es de las disciplinas más completas y complejas, porque mueve el cuerpo en todas las direcciones y configuraciones habidas y por haber, nos brinda una gama de posibilidades que nos ayuda a mantener la salud y una mente más tranquila. Es un sistema y metodología que busca tener un cuerpo sano, estable, fuerte y una salud bien arraigada y serena, que es justo lo que necesitamos ahora, y todo eso se logra desde el día, siendo principiante o teniendo décadas realizando la práctica”.
Para compartir sus saberes y ayudar a la gente en estos momentos de crisis, durante los primeros meses del confinamiento, Tlaloc inició un proyecto de clases en línea, transmitiendo en vivo desde sus redes sociales su rutina de yoga, presentando una práctica multinivel que esté adaptada para todos la diversidad de cuerpos y para quienes recién empiezan a practicar este ejercicio.
“Es importante apoyarnos y agarrarnos bien fuerte para empujar hacia adelante y salir de esta. Tengo muy presente la experiencia del sismo de 2017, y que ahorita estamos en una situación excepcional más o menos como esa, la diferencia es que el proceso y sacudida fue muy brusca y se nos restregó en la cara, pero ahora es un proceso que se va moviendo con calma, en silencio y sin que nos demos cuenta, entonces es fundamental tener una disciplina en la medida de lo posible, para generar un patrón de vida nuevo y de reinventarnos en esta situación”.
Tuvo muy buena respuesta, pues cada vez se sumaron más personas, para practicar esta disciplina, mantenerse activos y en movimiento desde casa.
Asimismo, comparte que su primer encuentro con el yoga fue cuando tenía 11 años de edad y desafortunadamente no fue una grata experiencia. Tiempo después, por azares del destino llegó a una clase de prueba impartida por Bindu de la Parra y quedó fascinado, ahora tiene 10 años practicando yoga y siete impartiendo clases.
Con el cambio en el semáforo epidemiológico, ha tenido la oportunidad de volver a impartir clases presenciales en el espacio Atmaram Yoga ubicado en Cuernavaca, y también en línea a través de las redes sociales del lugar.
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