Sin perder un sólo partido de los 19 que disputaron en Cuautla, regresaron ayer mismo a Oaxaca: los niños triquis, quienes jugaron por tres días un torneo de básquetbol de convivencia en la Unidad Deportiva José María Morelos y Pavón.
Esta comunidad Triqui se dio a conocer en el mundo gracias a un campeonato internacional de mini básquetbol que ganó un equipo infantil, celebrado en Argentina hace poco más de un lustro, y desde entonces a la fecha no ha cambiado mucho la situación raquítica en la que viven sus habitantes, asegura el entrenador nativo Guillermo Medina Ramírez.
El entrevistado destacó que el principal logro a raíz de ese éxito deportivo y los que han ocurrido de forma posterior, como el más reciente un subcampeonato obtenido en junio pasado en Valencia, España en rama femenil, es la construcción de un auditorio que está por inaugurarse.
Se ha tenido cierto apoyo a raíz de ese logro, no como el que esperábamos o quisiéramos, incluso el actual gobernador nos retiró el apoyo que nos venían dando en el anterior Gobierno para la manutención del albergue donde concentramos a nuestros niños, y donde tenemos que pagar todos los servicios, dijo.
Por ello, agradeció la invitación a Cuautla donde los organizadores entregaron al final un apoyo en económico y en especie producto de donaciones que realizaron jugadores, padres de familia y público asistente.
El proyecto se consolidó en Argentina
El proyecto de la academia de básquetbol indígena Triqui, que se inició en 2010, se vino a consolidar con el campeonato en Argentina en el Torneo Internacional de Mini básquetbol, "gracias a ese logro nos voltearon a ver, y después de tantos años, casi 10, al fin contaremos con un auditorio que está casi listo en la comunidad Triqui; contará con cancha de duela y otras dos canchas más en el exterior, apoyo que se consiguió en el sexenio pasado".
El estratega, iniciador de ese proyecto, asegura que "se picó piedra y sólo después se vinieron los apoyos. Antes nadie creía en nosotros, pero gracias a Dios después de Argentina en 2014, la gente nos recibió muy bien y nos ganamos el respeto aquí y fuera de nuestras fronteras, con para jugar en varios países como República Dominicana, España, Alemania, y Estados Unidos".
Trabajo sin vacaciones
Medina Ramírez indicó que el trabajo en la Academia Triqui es intenso, "no tenemos vacaciones, los entrenamientos son de dos horas diarias de lunes a viernes, y los fines de semana realizamos juegos".
De la misma forma aseguró que algunos de entrenadores han encontrado mejores oportunidades para seguir creciendo de forma profesional, emigrando a varias partes del país, como Coahuila y Guanajuato; "el deporte le ha abierto las puertas a nuestra gente y eso es lo importante; sin duda seguimos con carencias, pero el trabajo de la academia sigue dando sus frutos, ahora ya con presencia en todo Oaxaca".
Reconoció que la labor también abarca la defensa de su cultura y tradiciones, "sobre todo defendemos nuestra lengua materna, el Triqui, que luchamos porque siga arraigada en nuestro pueblo".
Por último, dio a conocer que los niños que están en la academia "cuentan con beca desde preescolar hasta bachillerato, eso es algo también que debemos destacar como parte de los que se ha logrado a base de estos resultados deportivos".
Pero, ¿qué ha ocurrido con aquél equipo campeón en Argentina y que abrió las puertas a tantos niños que han seguir sus pasos?, "Ese equipo sigue unido, trabajando con el entrenador Sergio Zúñiga, de quien fui su asistente en ese momento que fuimos campeones en Argentina. Ahora él sigue con un proyecto personal en el que se busca becar a estos jugadores para estudiar en Estados Unidos o bien en algunos países de Europa".
Subcampeonas en España
El más reciente logro de los niños triquis fue el subcampeonato que obtuvo la selección femenil 2004-2005 en la II edición de la Copa Gandía España, celebrada del 7 al 9 de junio en Valencia, España.
Este equipo que sólo perdió en la final con el equipo C.D. Spinola de España, fue uno de los tres que se presentaron en Cuautla este fin de semana, donde una de sus integrantes, Alexa Aragón Hernández, de 14 años, reconoció que nunca se imaginó que a su corta edad "estaría yo en un país tan lejano, es algo que nos motiva para seguir dentro de este deporte".
Y además de seguir en el básquetbol, afirmó que "me gustaría ser doctora para ayudar a la gente, y curarla de tantas enfermedades que existen en mi comunidad".
Los niños y niñas triquis se despidieron de Cuautla no sin antes prometer volver "nos gustó el trato que nos dieron, esperamos que no sea la primera ni la ultima vez, y los esperamos allá, cuando gusten", señalaron.