Los Vikingos de Minnesota afrontan esta nueva temporada con una sola idea en la cabeza: llegar al Super Bowl LIII y ganarlo. Ya la campaña pasada se quedaron muy cerca, sin embargo, la caída ante las Águilas en la Final de Conferencia frustró su sueño de jugar el partido grande en casa.
El mariscal de campo Kirk Cousins es la gran apuesta de los Vikingos para corresponder a ese rol de favoritos. El ex QB de Washington llega a Minnesota con la encomienda de llevarlos hasta lo más alto, sin embargo, para hacerlo deberá de despejar todas las dudas sobre su capacidad para brillar en los partidos grandes.
Cousins cuenta en su ofensiva con armas poderosas como los receptores Stephon Diggs y Alan Thielen, además del ala cerrada Kyle Rudolph. Esta tercia de jugadores representan un verdadero peligro para las defensivas. Por tierra, se espera que Dalvin Cook, quien regresa luego de una lesión de rodilla, tome el rol protagónico, aunque no se puede descartar a Latavius Murray como una opción interesante en la carrera.
La defensiva seguirá siendo uno de los puntos fuertes de Minnesota. La temporada pasada se posicionó como la número uno, al permitir en promedio 16 puntos por juego. La mesa está puesta para los Vikingos. ¿Podrán cumplir con las expectativas? Ya se verá.
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