Lázaro Paz Martínez, entrenador cubano del morelense Luis Antonio Avilés Ferreiro, uno de los mejores tiempos mundiales en los 400 metros planos de la categoría Sub 17, pide calma y no presionar a su pupilo ante las aspiraciones de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Tokio es muy pronto para él, ya es el siguiente año; Luis es muy joven, acaba de cumplir 17, así que calma, no hay que apresurarse, si se da, qué bueno, pero no porque sea una obligación Lázaro Paz Martínez
Con trabajos en su natal Cuba, Mali en África, y desde 2016 cumple una segunda experiencia en México como entrenador en el Centro Nacional de Talentos y Alto Rendimiento (CNAR).
Hay mucha ilusión para ir a Tokyo, pero el evento es el año que viene, está muy cerca; Luis con esos 17 años es un niño todavía, la proyección que veo es para los Olímpicos de 2024, hay que ir poco a poco trabajando de forma escalonada, sin apurarlo y el resultado va a llegar Lázaro Paz Martínez
"Lo que le he dicho es que se divierta, que disfrute cada carrera, y así poco a poco se van a dar los resultados, pero no debe haber presión", comentó el entrenador cubano al tiempo de agregar: "Si el resultado sale, que bueno, pero no vamos a apresurar el proceso, el trabajo va encaminado para llegar al 2024 a plenitud".
SU HISTORIA EN CUBA
Lázaro Paz Martínez tuvo su primer roce con el deporte en su país en 1980, en la Escuela de Iniciación Deportiva Cerro Pelado de Camagüey (EIDE), a la que llegó como practicante del salto con pértiga. Se tituló en la especialidad en la categoría 15-16 años y fue promovido a la entonces Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA), teniendo al profesor Augusto Perdomo como su entrenador.
En 1993, retornó a la EIDE pero a dedicarse ahora a la enseñanza del atletismo, labor que le abriría las puertas del mundo con trabajos internacionales en Mali (África) y actualmente en México dentro del CNAR.
Yoelmis Pacheco, Dennis Fernández, Irisdaimi Herrera, Sergio Mestre, Guillermo Martínez, Yacnier Luis y Davisleyvis Velazco son algunos de los atletas cubanos con los que trabajó antes de su llegada al país, y en su trabajo con el Equipo Nacional de Cuba estuvo al lado de entrenadores como Daniel Osorio Díaz, Pedro Pablo Pichardo, Wilfredo Martínez, entre otros.
EL TRABAJO DE PAZ MARTÍNEZ EN MÉXICO
Paz Martínez llegó por vez primera al país en 2003, trabajó un año y regresó a su tierra natal para trabajar con el Equipo Nacional de Cuba; luego pasó por África y regresó de nueva cuenta a Cuba. En 2016 tuvo su más reciente retorno a territorio azteca, donde luego de unos meses llegó a sus manos Luis Antonio Avilés, considerada la nueva joya de la velocidad en el país.
Estoy cumpliendo mi tercer año en México en este regreso y espero estar otros tres o cuatro años más; lo ideal es que alguien de México se involucre con lo que estamos haciendo para que el día de mañana que termine, le sigan dando continuidad al trabajo, sin violentar ese proceso del que vamos ganando Lázaro Paz Martínez
EL FUTURO DE LOS VELOCISTAS EN MÉXICO
El cubano aseveró que México tiene un potencial enorme en las carreras de velocidad. "Sin duda de lo que he visto de México en las Olimpiadas, los mexicanos tienen un potencial enorme. Juan Pedro Toledo y Alejandro Cárdenas han sido de lo mejor hasta el momento en las distancias que ha tenido el país y ese es el parámetro a superar con Luis Avilés.
Y los demás chicos que vienen atrás de él que tiene gran talento, como es el caso ahora mismo de sus paisanos Axel Omar, Hugo y Gabriel (todos ellos de Cuautla), quienes están trabajando también ya en el CNAR y que, cierto, tienen deficiencias técnicas por corregir, pero son igual muy jóvenes y sin duda tienen potencial para desarrollarlos a gran nivel
Cárdenas tuvo una mejor marca en 44.31 segundos en 1999, y ese es el referente del caribeño para las nuevas generaciones de corredores mexicanos.
Para llegar a lo grande hay que pensar en grande; Luis y quienes vienen atrás de él trabajarán para superar esa marca, eso esperamos hacer con este grupo, pero repito se puede dar, aspirar a lo máximo, pero paso a paso y sin violentar el proceso Lázaro Paz Martínez