Sabedor que el equipo debe mejorar sustancialmente durante la segunda vuelta para salir de los últimos lugares dentro de la temporada 2020-2021 de la Liga Premier, el técnico argentino de los Arroceros del Cuautla Guillermo Gómez, cerró este viernes las visorías que aplicó por casi un mes en busca de reforzar al equipo en todas sus líneas.
Debido a una mala primera vuelta en la que sólo se pudieron rescatar 6 puntos en 11 partidos al quedar pendiente su último encuentro contra Azores de Hidalgo, los Arroceros prácticamente se despidieron de forma prematura de las posibilidades de pelar por los primeros puestos de liguilla.
La escuadra morelense ha sufrido para estar al nivel de las grandes potencias de la categoría “A” como Cruz Azul Hidalgo, Cafessa Jalisco, Cafetaleros de Chapas, y el Irapuato, escuadras que se ubican en los primeros cuatro puestos de calificación con 33, 31, 26 y 25 puntos respectivamente.
Los Arroceros accedieron a esta categoría después de desaparecer para esta temporada la Serie B en que militaron los últimos torneos. Han pagado el noviciado con creces con la raquítica cosecha de puntos para ser penúltimos de la tabla del grupo 2 y de la general.
En busca de componer el rumbo el actual entrenador, Guillermo Gómez que llegó cuatro semanas antes de cerrar la primera vuelta en lugar de Ramón Figueroa, sólo pudo rescatar un punto en tres encuentros, por lo que aprovechó el receso del torneo y la apertura de registros para armar un equipo más acorde a su filosofía de juego, que de acuerdo a sus palabras, “es tener más la pelota y buscar una salida más ofensiva y contundente”.
Con esos argumentos, el argentino empezó a observar prospectos para reforzar las líneas, desde la portería hasta la delantera, en un proceso que solo se vio interrumpido por el descanso de una semana por las fiestas navideñas y por el semáforo rojo que se aplicó en Morelos por el nivel de contagios de Covid-19, obligando a trabajar a distancia en la última semana del año.
Informó que las bajas al momento son siete y serán sustituidas, pero llegarán otros jugadores más, al menos 12 para alimentar el plantel, ya que en un torneo atípico marcado por la pandemia, se vuelve necesario tener una mayor cantidad de elementos disponibles para sufrir lo menos posible por los contagios que se puedan presentar en este cierre de torneo.
En ese renglón el equipo morelense ha sido de los menos afectados con sólo un caso positivo durante las pruebas obligatorias de PCR que cada dos semanas se deben aplicar los equipos participantes en la actual competencia.