Aunque el Instituto del Deporte y Cultura Física del Estado de Morelos (Indem) anunció que ya tenía el boleto y el uniforme listos de Priscila Hernández para su participación en la Paralimpiada Nacional 2019, la familia de la nadadora finalmente desistió de acudir a las competencias.
La falta de recursos económicos y el pago de cuatro mil 500 pesos para el estudio que exigía la Federación para conocer su discapacidad, (con todo y contar con un historial de cinco paralimpiadas anteriores), fue el motivo por el que la señora Luz Becerra decidió bajar a su hija del avión.
Al no existir el respaldo de una asociación de deportistas especiales en la entidad, fue la Asociación Deportiva Sobre Silla de Ruedas del Estado de Morelos (Adessir) a cargo de Guillermo Bautista Michua, quien había entrado en apoyo de Priscila para tramitar el estudio médico comprometiéndose a traer el domingo a Morelos a los especialistas que le harían la valoración médica y así determinar su discapacidad.
Sin embargo, el movimiento del equipo médico de Toluca a Cuernavaca, elevó el costo del estudio, lo que hizo imposible a la familia Hernández Becerra tener la cantidad requerida de un día para otro.
Desde febrero, la nadadora de Cuautla, ya se estaba preparado especialmente para estar en su sexta y última Paralimpiada Nacional en busca de una medalla más en su exitoso historial donde cuenta con preseas de oro y plata, esta última, lograda hace un año justamente en Colima.