En el Club Cuernavaca lanzarán convocatorias al torneo de Golf

Torneo en días festivos de la Revolución

Roger Mixcoac | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 12 de noviembre de 2022

En México nació el primer campo de Golf / Roger Mixcoac | El Sol de Cuernavaca

Todo se encuentra listo para que en el Club de Golf Cuernavaca se lance la convocatoria para el próximo torneo en estas fiestas de la Revolución mexicana, que será para la próxima semana del 18 al 21 de noviembre, en el que se darán cita los mejores jugadores de golf de Morelos como de otros estados de la república.

Fue en México donde nació el primer campo de golf, para después hacerlo en Cuernavaca en lo que es hoy el Club de Golf Cuernavaca por donde han pasado grandes personajes tanto político, religioso como en los deportivo, y que se conserva hasta hoy en día porque siguen asistiendo grandes personalidades como artistas, entre estos Sergio Corona quien con su padre estuvo en la inauguración del club, deportistas como Jorge Campos y otros tantos más.

EL NACIMIENTO DEL GOLF EN MÉXICO

Cómo nació el golf en México, aunque hay varias versiones, pero en los tiempos de Miguel Alemán, presidente de México en el sexenio 1946-1952 fue un mandatario visionario y gran impulsor de un sinfín de proyectos tendientes a transformar a México en un país completamente diferente, moderno al tener una actitud positiva hacia todo lo que sonara a progreso y desarrollo.

El nacionalismo fue uno de los rasgos representativos del mandato de Miguel Alemán al frente de la presidencia de la República Mexicana, dentro de este se cuenta con la organización del golf nacional.

Aunque existía una Asociación de Golf desde 1926, que era dirigida por extranjeros. El presidente Alemán impulsó la modificación de esa organización de tal forma que se le otorgara el carácter de Nacional de manera oficial. De esta manera se crea la Asociación Mexicana de Golf, A. C.


Con esta Asociación llega la idea de edificar el mejor campo de golf del país: El Club de Golf México. Para lo cual, el entonces presidente se rodea de personas conocedoras del tema para apoyar el nuevo proyecto del nuevo club. Un hombre: Percy Clifford, jugador amateur destacado del golf en México, fue el encargado de buscar el terreno ideal y echar a andar la obra.

INICIOS DEL CLUB DE GOLF

Una vez enterado del feliz hallazgo, el Presidente Alemán dictó las directrices necesarias para cristalizar el proyecto: adquirir los terrenos elegidos y conseguir los apoyos humanos necesarios en forma de ayuda económica y poder de convocatoria para apoyo y promoción de la creación del club, y así llevar a cabo su construcción y desarrollo; estos apoyos fueron encontrados en los colaboradores cercanos al Presidente y en la iniciativa privada.

UN CAMPO DE GOLF DE EXCELENCIA

Afortunadamente el terreno cumplía con creces los requerimientos necesarios para un campo de golf de excelencia: topográficos, de suelos, fluvial, dotación de agua, factores de flora y panorámica. Se encontraba en un valle suave entre dos colinas, más abajo había un territorio pedregoso y algunas parcelas debidamente sembradas de maíz. Antiguamente estaba localizado dentro de los terrenos de la Hacienda de San Buenaventura, en una zona denominada de «Los Arenales», ya que estaba cubierto por una fina arena de origen volcánico, a la larga el suelo pedregoso y volcánico ayudó al campo de golf al evitar inundaciones desastrosas en tiempo de lluvias.

Otro detalle importante para el campo de golf fue la existencia de un pequeño río con agua en todo el año que cruza el terreno, llamado San Buenaventura, al cual desembocaba otro más pequeño, llamado El Nombre de Dios, formando ambos una especie de «T». Lawrence Hughes, arquitecto de campos de golf estadounidense fue llamado para encabezar el proyecto, al llegar lo primero que hizo fue recomendar la adquisición del campo arbolado de El Cedral junto con todo el terreno escogido, surge así el signo distintivo del escudo del club: dos viejos cedros con la vista del Iztaccíhuatl al fondo.

Este Bosque con pinos de más de 150 años de antigüedad es uno de los principales activos y orgullo de los miembros del club. La panorámica que rodeaba al campo no se quedaba atrás: el cerro Ajusco y su sierra, el cerro de La Cruz y en la lejanía los volcanes del Anáhuac.

Hughes diseñó y construyó el campo aprovechando a la perfección los elementos que la misma naturaleza proveyó: los ríos presentan variada dificultad a los jugadores; el bosque de cedros otorga una vista placentera y amistosa, amén de la importancia de éste en el recorrido de cada hoyo; los contornos del valle y las ondulaciones mismas del terreno.

La construcción del campo fue costosa, tanto por la gran extensión de la zona (760 mil metros cuadrados, aproximadamente) se tenía que cubrir la totalidad del terreno con tierra vegetal fértil para sembrar el césped.