Ignacio Romero Naranjo, es el atleta más longevo de Cuautla y cumplió 96 años este 1 de febrero. Entre sus logros más destacados, el cuautlense corrió tres veces el maratón de la Ciudad de México y en tres más el de Los Ángeles.
Además de correr los 42 kilómetros en La Habana y por 14 años consecutivos la carrera de la Amistad de 10 kilómetros que sale de Reynosa, Tamaulipas a McAllen, en el estado de Texas.
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La salud, su mayor regalo
Con 1.70 metros de estatura y 58 kilogramos de peso, don Ignacio es la prueba fiel de que el ejercicio es una fuente de salud, tal como lo manifestó en entrevista en su nuevo aniversario.
“Sin duda el deporte que practico desde niño me mantiene bien, acompañado de una disciplina alimentaria, como dice el comercial, como frutas y verduras (ríe), también consumo muy poca sal, esa es una disciplina que conservo desde joven y me ha funcionado”, dice el veterano de mil batallas en las pistas.
El atleta solo padece de disminución auditiva la cual le achaca a su labor cuando trabajó como ferrocarrilero en su juventud; “el ruido es perjudicial a la larga, así que cuídense y no se expongan”, apuntó.
Su historia de vida
Con una gran fluidez mental en la que recuerda todo desde niño, el atleta narró su vida en materia deportiva.
“Nací en Cuautla el 1 de febrero de 1928, y por motivos familiares mis padres desde pequeño me llevaron a Veracruz. Estando en Orizaba empecé a practicar el futbol en infantiles. Ya de regreso a Cuautla, a los 15 años me invitaron a jugar un partido con el Cuautla Juvenil contra el Chalco donde estrenamos uniformes; hice dos goles, pero fue mi debut y despedida ya que ahí el portero rival me lesionó, marcaron penal que se anotó, ganamos 3-0 pero debido a la lesión estuve un largo tiempo en recuperación”.
Comenta que a su regreso al deporte después de un año, prefirió practicar otras disciplinas individuales para no correr el riesgo de volverse a lastimar, como el ciclismo y el frontón, además de ser árbitro de futbol.
“Me la llevé más tranquila, me dediqué al ciclismo y a jugar frontenis como terapia, ya estando rehabilitado empecé a practicar otras disciplinas, aunque hasta los 40 años empecé en el atletismo, participando en carreras pequeñas hasta llegar a los maratones. Tuve la oportunidad de correr tres de la Ciudad de México, tres de Los Ángeles, también los de León, Guadalajara, Torreón, y en La Habana”.
El tener a dos de sus hijos en Estados Unidos, lo motivó a correr primero en el citado maratón de los Ángeles y luego en otras carreras como la de Reynosa a McAllen.
“Corrí la de McAllen desde 1997 hasta el 2011, 14 años ininterrumpidos en los que gané varios primeros, segundos, y terceros lugares; era una carrera muy bonita que salía de Reynosa, Tamaulipas y llegaba a McAllen, 10 kilómetros donde conocí a corredores de casi todo el mundo, entre ellos un corredor alemán que casi siempre me ganaba, pero en algunas llegué a superarlo”, indicó.
Correrá hasta que el cuerpo aguante
A pesar de correr su última competencia oficial a sus 92 años el domingo 16 de junio de 2019 en la carrera de 10 kilómetros del Día del Padre celebrada de Cuautla al estadio del Centro Vacacional Oaxtepec, el deportista no deja de lado el ejercicio.
“Sigo trotando, el deporte no lo dejo porque me mantiene bien, seguiré corriendo hasta que el cuerpo aguante”, confesó.
Don Ignacio Romero así cumplió una meta más en su vida, hoy ya no son trofeos, son años los que sigue acumulando gracias al deporte, y este 1 de febrero tuvo el banderazo de salida rumbo a otros 365 días que tendrán como meta llegar a los 97.