Van de Cuernavaca a Paso Morelos
Jorge Ornelas
Meses de preparativos y por fin llegó el día.Dedicaré estos escritos a mis amigos en duelo y a losconvalecientes de rudas enfermedades. La vida sigue a pesar detodo. Los abrazo.
La bicicleta me ha hecho madrugador, 4:00 horas,levantarse a esperar la troca y los ciclistas en mi casa lleganpuntuales, y a subir los víveres y equipajes, una caja de 30 kilosde mandarinas, 30 kilos de plátanos y 150 litros de agua, 240barras de alegrías y palanquetas.
Los nuevos en una rodada de este tipo llegan con unamaleta donde traen hasta el perico, los recibimos con amistosasbromas. Los que ya tenemos experiencia vamos con lo mínimo, unamochila que podamos llevar en la espalda mientras rodamos.
Salimos de Cuautla con rumbo a Cuernavaca a tiempo.Ahí será el inicio de la rodada 410 kilómetros con la fuerza delas piernas y el empuje del alma y el corazón. Al llegar alZócalo de Cuernavaca ya hay ciclistas esperándonos; saludos,abrazos, besos, muchas bromas y más risas. Repartimos los númerosfrontales, las barras. Y vámonos, casi en tiempo. El clima idealen la Ciudad de la Eterna Primavera, rodamos por el acotamiento dela autopista del Sol, hoy recorreremos 100 kilómetros hasta PasoMorelos.
Saliendo de Cuernavaca hay varios tramos enreparación, pasamos alegres a paso ligero rebasado por elacotamiento a los autos que hacen fila esperando que terminen dereparar la carretera.
Hacemos varias paradas para aglutinarnos, tomar agua,llenar las ánforas, comer plátanos y mandarinas. Los cerrossemiverdes nos ven pasar y en una larga bajada yo les grito,¡saludos cerros! , los recorridos largos siempre hacen que yohable solo o que le hable a las nubes, a los árboles o dar gritosde júbilo de repente. Yo lo hago y los disfruto. No soy el únicoen esta rodada en tramos grito yo y algunos más también lo hacen.Vamos disfrutando el esfuerzo: tres, cuatro horas pedaleando.
Llegando al puente Quetzalapa nos detenemos.Preparamos sandwiches de atún y mermelada para los 30 integrantesdel contingente y nos saben a gloria. Sigue una subida de 16kilómetros, la cual no se siente tan dura y la rodamos a buenpaso.
Llegamos a Paso Morelos a muy buen tiempo. PasoMorelos es un pueblito de dos a tres mil habitantes, donde todos tesaludan. Vamos directo al pequeño restaurante de la señoritaAndrea, pollo a la crema con arroz y un gran y helado refresco esnuestro premio. Después a bañarse a jicarazos y a montar elcampamento.
En la casa ejidal o Casino Ejidal, escuchamos músicaun rato, le damos unas fumadas a un habano nomás por hacer humo,comentamos las incidencias de la rodada, escuchamos música rara. Yya tenemos hambre nuevamente, así que regresamos con la señoritaAndrea, ahora probamos unos tacos ahogados, no que no, deliciosos,de postre chocolate en obleas hecho aquí. Regreso al campamento, adormir. Mañana a desayunar a las 6:00 horas.
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