Después de que el domingo 16 de diciembre del 2018, diera inicio la segunda etapa de este recorrido, los participantes muy entusiasmados, levantaron las tiendas de campaña, y ahora sí, a rodar con un maravilloso amanecer en la Autopista del Sol.
El primer campamento del recorrido ciclista a Playa Ventura se instaló en el salón ejidal de Paso Morelos, un pequeño poblado cuya vida se debe a la caseta cercana del mismo nombre y a la agricultura.
Nos esperaban grandes ascensos, arduos y difíciles de escalar, como la mítica “subida de la Guaracha” después del mega puente Mezcala, todos en marcha a rodar como sus posibilidades les permitieron con la idea de llegar a Chilpancingo, Guerrero, después de disfrutar las maravillas del camino como agrestes y áridos paisajes y un sol inclemente que al hacer contacto con el asfalto de la carretera parecía un horno.
Por otra parte, la reagrupación de los participantes se produce cada tantos kilómetros para recargar agua, fruta, hidratarse y, con ello, reducir riesgos y seguir la aventura sin dificultades.
Durante el recorrido había mucho tráfico en la autopista, parte del proceso para lograr las metas. Algunos caminan, se quejan del sol, del cansancio, del clima cálido y seco. Se tienden buscando sombra y refugio para recargar fuerzas y seguir adelante.
Al final, todos, adoloridos y fatigados pero felices de haber participado con grandes amigos con los que terminamos compartiendo tiempo, vida y espacio. Ya en Chilpancingo, en una unidad deportiva se instaló el campamento... pero la historia continuará...