Lleva su historia como motivación a todo México

Saúl Mendoza Hernández, campeón paralímpico y doble récord mundial en las distancias de 5 mil y 10 mil metros sobre silla de ruedas, visitó las instalaciones de El Sol de Cuautla. Y en entrevista, el multimedallista reconoció que la infraestructura en las ciudades para facilitar la movilidad de las personas con alguna discapacidad, está lejos de ser una prioridad de los gobiernos en México.

Un verdadero trotamundos, con 25 años de practicar deporte al más alto nivel, reconoce que hay países donde la visión hacia las personas con problemas de discapacidad es distinta a la que se tiene en nuestro territorio. “Nos falta mucho a lo que yo veo en otro países, en el mismo Estados Unidos donde actualmente radico, pero creo que hay que soñar que se puede”.

Con 13 años de viajar por distintas ciudades impartiendo conferencias motivacionales como Más allá de los límites que ofreció en la Alameda de Cuautla por cortesía del Ayuntamiento municipal, Saúl Mendoza lleva su propia historia de vida como mensaje de superación para la gente de todas condiciones y edades, “porque los limites se los pone uno mismo”, indicó.

SU RELACIÓN CON MORELOS

Dijo que en especial a Morelos ha venido en varias ocasiones, “hace dos meses estuve en Yecapixtla y hoy también; tengo familia allá por dos primos que se casaron con mujeres de este lugar, así que conozco bien esta parte de Morelos, Oaxtepec, ahora Cuautla, una ciudad histórica de la que, como mexicanos, debemos sentirnos orgullosos, y de muchas otras ciudades que tienen algo que ofrecer”.

El atleta nativo de Celaya, Guanajuato, dijo que producto de los problemas sociales que existen, palpa cierto desánimo entre la población, “Hemos perdido energía, hay una psicosis social donde vemos a la gente caminando, solamente eso, sin rumbo definido, pero ojalá un día podamos cambiar, tener una conciencia social y creo que sólo así México va a mejorar mucho; ese es mi sueño, un cambio social importante, con infraestructura, que haya más rampas, más limpieza, reforestación, cambiar el maltrato a las mujeres, a la gente que nos rodea, y a los hijos darles tiempo de calidad”.

“Realmente confío que se pueda lograr porque a pesar de todo, México es un país con mucha sensibilidad; sin embargo por hoy, yo que he estado en otros lugares, sí veo diferencias importantes, y creo que simplemente con sentirnos orgullosos del lugar donde vivimos, eso ayudará bastante para tener un lugar mucho más presentable para empezar a generar ese cambio; que en lugares históricos cuidemos esa parte, porque muchas veces a alguien se le ocurre rayarlos porque no saben lo que significa, ignoran que la ciudad es parte de tu cultura y de ti mismo”.

UNA VIDA DE ÉXITO

Como deportista, Saúl está catalogado en el top ten nacional de todos los tiempos, al lado de figuras como Hugo Sánchez y Lorena Ochoa, debido a sus logros obtenidos en el deporte adaptado, donde conquistó, entre los más importantes, seis medallas en Juegos Paralímpicos, con dos oros, una plata y tres bronces, desde Seúl 1988 a los Juegos de Beijin 2008, sumando más de 200 triunfos en competencias de velocidad, y la implantación de dos records mundiales en los 10 mil y 5 mil metros, vigentes hasta la fecha, siendo abanderado de la delegación mexicana en Sidney 2000 y Beijin 2008.

Saúl empezó a practicar el deporte desde temprana edad ante el problema de movilidad de las piernas que le ocasionó la poliomielitis a los seis meses de nacido.

“Mis padres me llevaron a la CDMX a esa edad a un Centro de Rehabilitación en el DIF, y fue como empecé a adaptarme a mi propia circunstancia; mi primera competencia deportiva la tuve en el Maratón de la Ciudad de México a los 18 años en el año de 1985 y lo gané, por lo que poco después, a los 19, formé parte de la selección nacional para empezar mi recorrido internacional”.

Desde 2006, tras ganar el oro en los Paralímpicos de Atenas, el velocista empezó a dar conferencias motivacionales, un promedio de 30 al año, pisando distintos foros de México y Estados Unidos.

CONTRA MÉXICO, A FUTURO

En 2012, Saúl Mendoza se retiró como atleta paralímpico. A la fecha vive en Estados Unidos, donde fue contratado para entrenar a los jóvenes militares de ese país que regresan de la guerra en medio Oriente con alguna discapacidad.

“Los entreno en atletismo en San Antonio, Texas; actualmente el grupo que tengo es de iniciación, aún no está en un nivel paralímpico, pero ese es nuestro sueño más grande, incluso a muchos de estos jóvenes, las universidades los tienen ya detectados y les han ofrecido becas de tiempo completo, y ese es el paso en que estamos, van representando a su universidad y el siguiente paso será ya representar a su país en competencias internacionales”; lo que reconoció, pondría llegado el momento, a sus alumnos en competencia contra México.

VOLVERÍA A SER SAÚL

El multicampeón asegura que si volviera a nacer, volvería a ser Saúl, pues ha enfrentado su problema físico de la mejor manera, y prueba de ellos es el éxito deportivo y profesional alcanzado. “Por el tipo de filosofía que tengo, de mentalidad, nunca pienso en el hubiera, nunca me pongo a pensar que hubiese sido; me gusta vivir la realidad, me tocó vivir con una discapacidad física y la he enfrentado, y con eso me quedo, esta es mi realidad y trato de hacer lo mejor en las condiciones en las que me tocó vivir”.

Saúl empezó a practicar el deporte desde temprana edad ante el problema de movilidad de las piernas que le ocasionó la poliomielitis a los seis meses de nacido.