Ya han pasado varios días desde que diera inicio el Recorrido Ciclista Autogestívo Cuernavaca – Playa Ventura, es una fresca mañana en la Unidad Deportiva Chilpancingo II, algunos empiezan a desarmar las tiendas de campaña, otros checan el funcionamiento de sus bicicletas, más de cien kilómetros y paisajes muy diversos les esperan; los y las participantes se alistan en la salida para iniciar la tercera etapa de este ciclorrecorrido
Se rueda por lateral de la avenida que conduce a la Autopista del Sol y después de unos dos kilómetros de un tramo casi plano inicia la primera subida del día que se enmarca con los rayos del sol tempranero que más que quemar reconforta a paso constate.
Los cicloturistas recorren seis kilómetros de subida de mediana inclinación hasta un puerto donde inicia una bajada que en su primera parte culmina en la caseta de Palo Blanco, donde se detienen un rato para continuar por la autopista de bajada, donde varios logran velocidades de más de 70 kilómetros por hora después, ya cerca de la zona del Ocotito, de manera espectacular un túnel de 500 mts, el más largo del recorrido, la vegetación cambia; se parecían pinares tres kilómetros adelante.
En terreno casi plano hay un retorno donde se van aglutinado los participantes y toman líquidos y frutas de los vehículos de apoyo, continúa la rodada por el último tramo que se rueda por la autopista hasta la salida a Tierra Colorada, donde ya se respira sabor a trópico y en el crucero donde inicia la carretera a Ayutla de los Libres, se hace una parada para desayunar y tomar fuerzas para afrontar las continuas subidas que seguirán; se reanuda la rodada, la carretera es angosta y arbolada, así se llega al puente sobre el río Omitlán, después de cruzarlo viene una subida de 12 kmts donde la sombra de los árboles compensa el gasto de energía para subir, así hasta la parte más alta donde hay una estación de microondas e inicia una espectacular bajada con curvas que conduce al pequeño poblado de La Palma; continúa una serie de curvas con bajadas y subidas hasta Chacalapa donde es común que los ciclistas se detengan a tomar un refresco, siguen las curvas, bajadas y subidas cortas hasta las Mesas y posteriormente el Limón, en donde a lo lejos se vislumbra un cerro donde en su punta se observa una antena de la estación de micronesias el Escorpión y donde culmina la última subida del día. De ahí bajadas hasta llegar a Tecoanapa para instalar el campamento en en el Jardín de doña Magda Ramírez, que cada año recibe a los participantes de este recorrido y les prepara la comida que sabe a gloria después del esfuerzo realizado y en espera de la etapa final que tiene como meta Playa Ventura.