Con una dedicatoria muy especial a su progenitora en su cumpleaños número 93, doña “Chabelita”, el atleta morelense Eber José Sánchez Velázquez corrió la mañana de este domingo la edición número 53 del Maratón de Nueva York, justa que reunió como cada año a cerca de 50 mil corredores de gran parte del mundo.
Paso a paso, zancada a zancada y kilómetro a kilómetro, el oriundo de Tetela del Volcán recorrió las calles de la Gran Manzana para hacer realidad su sueño de correr la ruta de una de las competencias más importantes del mundo al lado de las grandes figuras de la distancia que se dieron cita, donde el etíope Tamirat Tola, que impuso nueva marca de la justa, y la keniana Hellen Obiri, se llevaron el primer lugar en sus respectivas ramas.
Ni el frío ni el viento fueron impedimento en el arranque para Eber para recorrer la distancia de 42 kilómetros con 195 metros oficiales del Maratón, portando su playera de corredor sin mangas y con la figura en el pecho del gran jefe revolucionario, Emiliano Zapata Salazar, y su número 11383.
Los paisanos que hicieron posible el sueño de Eber, los integrantes del club de migrantes Chínelos de Morelos en Nueva York, lo animaron en todo momento.
La carrera dio inicio en el puente Verrazano-Narrows de Staten Island, para después continuar por resto de los distritos de la ciudad de Nueva York, como Brooklyn, Queens, Manhattan y el Bronx, antes de terminar en Central Park.
“Mi motor en este momento y quien dirige mis pies, es mi madre, hoy justamente en su cumpleaños y esta carrera es una manera de festejarla a ella, festejamos sus 93 años hasta Tetela del Volcán”, dijo el tetelense sobre su progenitora, la señora Isabel Velázquez Mendoza, antes del inicio de la prueba.
Al término de la competencia el morelense de 38 años marcó un tiempo de 3 horas con 44 minutos, por lo que no pudo superar su mejor marca que era de 3 horas con 20 minutos del Maratón Internacional de Puebla que había logrado en 2017.
“El maratón de Nueva York, el primero de los majors en los que he tenido la oportunidad de participar, me ha dado una gran lección, y es que aunque se diría que es un terreno 'fácil' por las condiciones de terreno, tenemos al clima en nuestra contra”, comentó el corredor sobre su experiencia.
“Saliendo de Staten Island, un terreno fresco, nublado y muy apropiado para correr, conservamos ese clima durante los primeros 15 Kilómetros, pero los siguientes quince, pum, el sol golpea de lleno, un sol quemante dando directo en la cara, más el vapor del asfalto en tus pies”.
“Quizá la elección de calzado, quizá complementar los entrenamientos con otras disciplinas, nos den una mejor preparación, pero está ocasión nos quedamos con la marca de 3:44 horas. Me voy con la experiencia, con los encuentros familiares, con los saludos a los viejos y nuevos amigos, con muchos recuerdos y con la mejor disposición a regresar el próximo año”, puntualizó.
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