Con las maletas cargadas de ilusiones, partió este jueves del aeropuerto internacional de la Ciudad de México rumbo a la ciudad de Nueva York el corredor de gran fondo Urbano Morgado Herrera, maratonista de Cuautla que tendrá su segunda participación en el maratón de Nueva York que se realizará el próximo domingo en su 50 edición.
Morgado Herrera, vecino del poblado de Cuautlixco, estará presente en la importante competencia que este año se volverá a celebrar después de haber sido cancelada en 2020 por la pandemia.
El atleta correrá sólo como único representante de Cuautla y de la zona oriente de Morelos debido a que Eber Josué Sánchez Velázquez, que también estaba inscrito, no pudo viajar de última hora.
Eber y Urbano contaban ya con su lugar asegurado debido a que fueron apoyados por el grupo de migrantes Chinelos de Morelos en Nueva York, que les pagaron el viaje y la inscripción, sin embargo el nativo de Tetela del Volcán no viajó finalmente “por una problema personal”, dijo.
Es por ello que Urbano, que participará en la categoría veteranos, tomó el avión sin su acompañante de aventura a las 7 de la mañana de este jueves con destino a la cosmopolita ciudad estadounidense, a la que arribó casi cinco horas después.
Como hace dos años que tuvo su primera experiencia en noviembre de 2019, al atleta cuautlense llegó a la importante urbe del mundo cargado con las mismas ilusiones de volver a correr en la competencia más grande del continente y del mundo mejorando la marca de 4:39 horas que hizo en aquella ocasión.
Para cumplir con el objetivo, en la semana previa, cerró una ardua preparación que inició desde inicio de año.
El deportista corre como atleta discapacitado debido a una lesión que sufrió desde niño en sus piernas por una caída que lo tuvo al borde de la muerte, y la cual no le permite estirarlas por completo.
Pero ni ese ni los demás obstáculos que se le han presentado en la vida, le han impedido a Urbano sobresalir como deportista de élite, jugando primero fútbol con equipos llaneros de renombre en la región, y luego incursionando con éxito en el atletismo.
Y así llega esta nueva oportunidad que le da la vida de volver a demostrar que cuando se quiere y se trabaja con pasión, “se pueden lograr todo en la vida”, expresó a minutos antes de abordar el avión.
En el cierre de su preparación física, asegura que tuvo una semana muy fuerte en la que acumuló 65 kilómetros entre ruta y pista, con altura y velocidad incluidos, realizando en cada día, un trabajo diferente ordenado por su entrenador, el profesor Carlos Ortega Carrasco.
“Cerré muy bien mi entrenamiento haciendo recorridos largos al cerro del Chumil en Jantetelco, Tilzapotla en Puente de Ixtla, a los volcanes, así como repeticiones en la pista de la Unidad Deportiva”, agregó.
Sabiendo que su preparación fue la mejor, el maratonista va a tratar de implantar una nueva marca personal en el evento neoyorquino y corresponder así a la confianza que han depositado en él sus propios paisanos en Nueva York y la gente que en su natal Cuautla se agregaron en los últimos días obsequiándole ropa deportiva y el calzado que estrenará en la ruta de 42 kilómetros con 195 metros más famosa del mundo.
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