Priscila tiene 18 años y padece una discapacidad intelectual,sin embargo, ha logrado acumular casi un centenar de medallas yreconocimientos por su participación en distintas competenciaslocales y nacionales de natación.
“Antes de empezar a caminar, ya sabía nadar”, comentó conorgullo María de la Luz Becerra Velázquez, su madre. Desde supuesto de venta de billetes de lotería, instalado en la PlazaJosé María Morelos y Pavón en el Zócalo del municipio deCuautla, “La Güera”, como la conocen todos, relató a El Solde Cuautla la historia de lucha de su hija.
Elisa Priscila Hernández Becerra adquirió la discapacidadintelectual a los pocos meses de nacida. Una fuerte infecciónestomacal le provocó una dura y repentina deshidratación que ladejó en coma con tan sólo seis meses de edad. El episodio serepitió cuando cumplió su primer año, pero por unatuberculosis.
“Estuvo en coma dos veces, a los seis meses y al año, fueinternada a punto de morir, la primera vez una semana y la segundaun mes, muy grave”, recordó con aflicción “La Güera”.
Comentó que después de la primera crisis médica, Priscila nofue la misma, “se le murieron neuronas. Pero le agradezco a Diosque esté viva”.
Todo cambió desde entonces para esta familia de seisintegrantes. El futuro parecía gris, sin embargo, no se imaginabanel vuelco que daría la vida de su pequeña.
◗ ¡A nadar! Lo que comenzó como una terapia derecuperación, se convirtió en la vida de Elisa Priscila: lanatación. Desde que cumplió un año y medio practica en lasalbercas de Agua Hedionda, cuyas aguas sulfurosas y radioactivashan sido reconocidas mundialmente por sus propiedadescurativas.
Fue hasta que entró a estudiar la primaria en el Centro deAtención Múltiple (CAM) número 2, que se integró a su primergrupo formal de natación. Eran 40 niños especiales, como ella,pero al finalizar el nivel escolar, sólo ocho integraron elequipo, entre ellos Priscila.
La precaria situación económica familiar y las escasasoportunidades de estudio para niños en su condición le impidierona la joven aprender a leer y escribir. Pero curiosamente, sorprendesu habilidad para manejar las tecnologías de la comunicación.
◗ Orgullo cuautlense Con Roberto Barranco Alcántara, creadordel club “Ranas” y “Charalitos” de Agua Hedionda, comoentrenador, Priscila perfeccionó los diferentes estilos de ladisciplina, aunque su fuerte es el nado de “mariposa”.
De su grupo es la única cuautlense que ha acudido a lasParalimpiadas Nacionales de la Comisión Nacional del Deporte(Conade), en donde ha obtenido preseas de primeros lugares.
También ha participado en al menos una decena de competenciasnacionales por lo que ha alcanzado primeros y segundos puestos enlos estados de Michoacán, Guerrero, Aguascalientes y por supuesto,en su tierra natal. En total, suma casi un centenar de medallas yreconocimientos que con evidente alegría y orgullo, presumió a ElSol de Cuautla.
Recientemente fue acreedora del Reconocimiento al MéritoDeportivo 2016 que le entregó personalmente el gobernador GracoRamírez; además de un diploma y una placa por parte de ladirectora general del Deporte, Jacqueline Guerra Olivares.
La joven nadadora se quedó en el camino de representar anuestro país en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. “Le ibana hacer sus pruebas para irse a Brasil, tuvimos un problema y nollegamos”.
◗ El costo del sueño Pero acudir a las competencias y a losentrenamientos previos es toda una proeza para la familia, cuyoúnico sustento económico es la venta de billetes de lotería.
“Es muy difícil; cuando va competencias nacionales entrenados veces al día y por lo menos son 70 pesos de pasaje, sin darlepara que se compre algo”, relató su madre.
Incluso, recuerda apenada que la primera vez que salió delestado a una competencia, “le quede a deber al entrenador”,pero la ilusión de ver alegre y triunfadora a su hija es sumotor.
“Solo así, trabajando, he podido apoyarla para que siga susueño”, señala. “Soy bien feliz”, dice Priscila con su caracubierta por diminutas pecas, su cabello algo rubio y una enormesonrisa que contrasta con su carácter explosivo, Priscila reconoceque es, “bien feliz”.
“Uy, bien feliz, feliz, feliz, mis amigas me apoyan y mi mamátambién, aunque peleamos mucho”, comenta. Después de muchosaños de sacrificio y entrega, es hasta este 2016 que la jovenrecibió una beca económica del Gobierno del Estado y otra porparte de la Conade.
Por ahora se prepara para participar en los Juegos Paralímpicosde la Conade en febrero próximo y asegura estar lista paraconvertirse en la mejor nadadora del Morelos.