Con 39 años de carrera, este miércoles dejó de existir el luchador Súper Muñeco, ídolo de chicos y grandes.

Su hijo comentó días antes que su padre había dado positivo a Covid-19, por lo que se encontraba aislado en su casa.

“El doctor le recomendó oxígeno para su estado y este lunes dio positivo a Covid, por este motivo se dio la orden médica de aislarlo en su casa. Él tiene las tres dosis de vacuna que esto le ayuda mucho”, comentó el pasado jueves 3 de febrero en el muro de Facebook del luchador con 74 mil seguidores.

Entre las visitas que realizó a diferentes plazas de México, Súper Muñeco estuvo en Cuautla en los inicios y en la parte final de su carrera.

Desde el año de 1982 se presentó en la desaparecida Arena Zapata del centro histórico, conquistando los corazones de miles de fanáticos, principalmente niños, con sus espectaculares lances combinados con un característico giro de la cabeza que lo hicieron único.

De igual manera el luchador, que tomó como modelo al payasito de la tele “Cepillín” para crear su singular máscara, tuvo una de sus últimas presentaciones en esta ciudad en enero de 2019 durante una función de Día de Reyes que se realizó en el auditorio de la Unidad Deportiva, donde reconoció que su retiro de los encordados estaba cada vez más próximo.

Al final de la contienda estelar donde enfrentó y venció a Súper Pinocho en tres caídas, señaló a Cuautla como la cuna de su personaje después de haber debutado en la lucha libre cinco años atrás con el nombre de El Sanguinario, nombre que heredó de su padre y quien le enseñó los secretos del espectacular deporte del pancracio.

“Cuautla es mi cuna, es un lugar maravilloso donde la gente me quiere; aquí llegué traído en 1982 por el promotor Manuel Juárez Él Lobo´ que en paz descanse; fueron mis inicios y por eso quiero mucho a esta ciudad. A toda la gente de Cuautla la amo, la quiero, aquí nací, y qué puedo decir, gracias por mantener al Súper Muñeco en el gusto del público”, declaró a El Sol de Cuautla.

El gladiador que además ganó más de 100 luchas de apuestas entre máscaras y cabelleras, una de ellas en la heroica destapando al Dr. Tortura, comentó en su momento que se acercaba el adiós de los encordados “nada es para siempre, y naturalmente estamos cada vez más cerca del retiro”.

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