Errante desde tempana edad, el poblano Abraham Rodríguez García llegó al estado de Morelos hace algunos años después de vivir en diferentes entidades como el entonces Distrito Federal, y ciudades del norte del país como Tijuana, Mexicali y Monterrey, donde desarrolló diferentes oficios.
A sus 63 años de edad, lleva el deporte de los puños en su corazón con una gran espina clavada: no pudo debutar de manera profesional por impedimento de sus padres.“Ellos no querían que me dedicara a esto por miedo a que algo me pasara, sin embargo el boxeo lo practico desde los 16 años”.
Rodríguez García, sin tener ese apoyo de la familia, llegó a ser peleador amateur en una etapa donde “llegué a conocer a las grandes figuras del boxeo nacional de aquella época, como Humberto “La Chiquita” González con quien me llegaron a confundir por el estilo”.
Asegura que fue sparring de él y de muchos pugilistas que en su etapa juvenil empezaban a mostrar ya sus cualidades que los encumbraron, varios de ellos, como campeones mundiales.
INICIA SU ANDAR POR EL PAÍS Y LOS GIMNASIOS
Abraham Rodríguez nació en el vecino estado de Puebla, pero desde los 12 años comenzó su camino errante, primero llevado por la familia a la capital del país, y luego él por su trabajo vivió en varias ciudades, sobre todo del norte.
Sin embargo, recuerda, fue a los 16 años de edad que inició la práctica del boxeo, el deporte que a la fecha es su gran pasión.
“A esa edad empecé a entrenar en varios gimnasios de la Ciudad de México, entre otros en los baños Granada, en de Tepito, en fin, estuve en varios de la capital del país donde conocí a gente brava y con mucho talento; más adelante me mudé a Monterrey donde trabajé en gimnasio con Rubén Olivares, otro de los grande ídolos de la época”.
Pero su experiencia en el boxeo no pudo ser plena debido a que su familia le impidió llegar a ser profesional, “me decían que si así estaba loco, con los golpes iba a quedar todavía más, así que sólo viví algunos años como amateur, del 85 al 88, y la mayoría del tiempo fui sparring de esas grandes figuras que llegué a conocer en mis años mozos”. En ese tiempo, aseguró, fue sparring de Gustavo “Guti” Espadas, que se encumbró como campeón Mosca por la Asociación Mundial de Boxeo, de 1976 a 1978, y de Humberto “La Chiquita” González, campeón mundial en el mismo peso del Consejo Mundial de Boxeo, entre otros; “me mezclaba entre ellos y les aprendí mucho, los manager me enseñaron y fue como empecé a aprender”.
Años después, “por necesidad de trabajo me fui a la zona de la frontera donde anduve en varias ciudades por 25 años, hasta que llegué a radicar aquí a esta ciudad en Morelos”.
TRANSMITE SUS CONOCIMIENTOS A NIÑOS Y JÓVENES
Sin embargo el boxeo llegó para quedarse en su corazón, pues a pesar de la edad, actualmente con 63 años sigue practicando su deporte favorito, y eso le abrió una nueva puerta, la de compartir sus conocimiento a la juventud cuautlense.
“Tengo tres años entrenando en la Unidad Deportiva, y eso empezó a llamar la atención de la gente, sobre todo de los jóvenes a quienes les gustó lo que hago, por lo que me pidieron que les enseñara y de dos meses para acá empecé a transmitirles mis conocimientos”.
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