Con más de una década de inactividad como corredor, Marcos Efrén Zariñana La Pulga inició esta semana su preparación para reaparecer en el Maratón Internacional de la Ciudad de México, ya que intentará realizar la gran proeza de correr los 42 kilómetros con 195 metros, pese a tener sus dos rodillas destrozadas producto de la labor que desempeñó como rescatista por más de 38 años.
Actualmente con más de siete décadas y media de vida, camina con el apoyo de un bastón, sin embargo asegura que tiene poco más de siete meses para ponerse a punto y poder correr la gran distancia en el próximo mes de septiembre, justa que corrió en repetidas ocasiones desde el año 1979.
SU APODO VIENE DESDE LA PRIMARIA
Antes de ser reconocido mundialmente por su labor como rescatista en el temblor de 1985 donde asegura salvó a 27 personas, La Pulga fue deportista.
Nacido en Cuautla hace 76 años, Marco Efrén Zariñana, en entrevista comentó que desde el año de 1979 corrió su primer maratón de la Ciudad de México, sin embargo fue desde su etapa escolar cuando empezó a tener su gran pasión por el deporte.
De hecho, el apodo de La Pulga surgió cuando estudiaba en la primaria Hermenegildo Galeana; su maestra de primer año Antonia Alanís le dijo "pareces pulga porque te mueves de un lado para otro". De ahí sus compañeros lo empezaron a llamar así, y fue como nació ese apelativo que a la fecha le ha dado gran fama.
Desde su juventud empezó a competir en eventos escolares y luego en carreras pedestres en todas las distancias, entre los que se destacan las de Cuautla-Oaxtepec IMSS de 10 y 12 kilómetros; del día del médico de 5 kilómetros, y los maratones de Cuernavaca-Cuautla, Puebla y el Internacional de la Ciudad de México.
EL DESTINO LO REUNIÓ CON HUGO SÁNCHEZ Y FERNANDO VALENZUELA
De ser un deportista no tan connotado, La Pulga narra que tuvo el honor de desfilar aquél 20 de noviembre del año 85, el año del temblor que sacudió México, al lado de grandes figuras como el Niño de Oro Hugo Sánchez que triunfaba en el fútbol de España, y del Toro Fernando Valenzuela, pitcher sonorense que hacia historia con los Dodgers de Los Ángeles en el béisbol de las Grandes Ligas.
"Mi mérito era, más que deportivo, por haber salvado a 27 personas en el temblor, y ahí, en un carro alegórico las autoridades me colocaron al lado de Hugo y de Valenzuela; fue un momento inolvidable aquél que viví, sentirme tan querido como esos ídolos por la gente que me saludaba y me reconocía más que por mis resultados deportivos, por lo hecho en el temblor que estaba reciente".
El cuautlense señala que justo aquella mañana del jueves 19 de septiembre cuando se dirigía a la Ciudad de México para recoger su kit de corredor para participar en el maratón que se realizaría el siguiente domingo, el temblor lo sorprendió arriba del autobús ya entrando a la capital del país.
"Luego todos sabemos lo que pasó, me dedique a ayudar a los atrapados entre los escombros y la carrera se reprogramó; se recorrió para el 26 de noviembre, después del desfile y la corrí con una playera con la leyenda que dice Rescate La Pulga, misma que pienso ocupar para este regreso el próximo mes de septiembre".
EL MILAGRO DE LA PULGA: CORRERÁ CON LAS RODILLAS DESTROZADAS
Para el retorno a la larga ruta de más de 42 kilómetros, La Pulga ya inició su preparación desde esta misma semana, a más de una década de estar inactivo en las competencias.
Sin embargo su labor por más de 38 años como rescatista, le cobraron una cara factura, siendo sus rodillas quienes padecieron las lesiones producto de tanto arrastre entre los escombros, al grado que se apoya actualmente de un bastón.
"Las dos rodillas las tenía hinchadas, molidas de tanto trabajar en los pisos agachado, hoy sólo es la derecha, pero eso no va a ser impedimento para regresar al maratón. Estoy empezando poco a poco a trotar, como ves Óscar mis rodillas no me ayudan mucho, pero voy a demostrar que con voluntad y con la bendición de Dios se puede todo".
Marco Efrén Zariñana empezó a trotar hasta dos kilómetros diarios, saliendo de su vivienda ubicada en la Unidad Fovissste de Amilcingo (colonia Otilio Montaño), haciendo un circuito hasta retornar a su casa. Lo hace con la rodilla derecha vendada.
"Hay tiempo, son poco más de siete meses para estar listo, y la quiero correr sólo para regresar y despedirme, porque no pienso más estar en las competencias y tampoco en los rescates, así que será mi forma de decir adiós, y además demostrarle a los jóvenes que con voluntad todo se puede, si yo amolado puedo, ¿por qué ellos no?".