Alpinista cuautlense va por nuevo reto en la Cordillera de los Andes

Pediatra cuautlense Alfredo Cruz enfrenta montañas para honrar a su abuelo y inspirar a otros

Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

  · sábado 12 de agosto de 2023

Alfredo Cruz es un testimonio viviente del poder de la determinación, la preparación y el propósito. / Gudelia Servín | El Sol de Cuautla

Después de alcanzar la cima del Chimborazo, el monte más cercano al sol y situado a seis mil 263 metros sobre el nivel del mar, en Ecuador, Alfredo Cruz, pediatra intensivista cuautlense, no se detiene. Ahora, con la mira puesta en el Nevado Ojos del Salado en la Cordillera de los Andes, anuncia su próximo gran proyecto alpinista.

Con 44 años de edad, Alfredo se ha destacado no solo en la medicina sino también en el montañismo.

"Hacer la cumbre del Chimborazo ha sido el proyecto más difícil que he concluido en mi vida", expresó. Sin embargo, esta pasión por escalar montañas va más allá de un simple hobby: es un homenaje a su abuelo, quien le relataba historias de sus propias escaladas y quien inspiró a Alfredo a llevar la bandera de México y una foto de él a la cima del Chimborazo.

El alpinista cuautlense comparte su filosofía sobre la vida y el montañismo:

"Todo es difícil. Pero si uno busca hacer algo que tu cabeza dice eso yo lo voy a disfrutar, todo depende de la disciplina".

Esta mentalidad le permitió superar los desafiantes glaciares del Chimborazo, donde enfrentó condiciones resbaladizas y extremas. Pero el montañista no se detiene ahí.

"El proyecto que estoy generando ahorita es el Nevado Ojos del Salado", mencionó.

La familia de Alfredo Cruz son el motor ante los desafíos del alpinista. / Gudelia Servín | El Sol de Cuautla

Esta montaña, ubicada en la frontera entre Chile y Argentina, se alza a casi siete mil metros de altura. Es conocida por estar lejos de las zonas conurbadas, lo que presenta un reto adicional en términos de logística. Sin embargo, con la misma determinación que demostró en el Chimborazo, Alfredo está decidido a conquistarla. "Si quiero hacerlo, voy a buscar los medios y las formas de conseguirlo", afirmó.

Alfredo Cruz es un testimonio viviente del poder de la determinación, la preparación y el propósito. Al mirar hacia el futuro, no solo sueña con conquistar el Nevado Ojos del Salado, sino que también aspira a escalar el Everest. A través de su travesía, envía un mensaje a todos: es posible superar cualquier obstáculo con pasión y disciplina.





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