Cambio climático: Estas dos palabras están presentes prácticamente en todos los medios de comunicación. Todos los días, a todas horas, hay alguna noticia sobre la catástrofe ambiental que enfrentamos el día de hoy. Pero, como decía mi abuelita: “entra por un oído y sale por el otro”. siempre ha existido
Este fenómeno ha estado presente desde que se formó la tierra misma. Hay periodos en los que la temperatura de la tierra aumenta o disminuye por factores naturales, como la órbita e inclinación de la tierra y su cercanía con el sol, así como por ejemplo la actividad volcánica, entre otros, que producen cambios graduales en las condiciones climáticas.
Estos cambios de hecho están seguidos de grandes extinciones, ya que muchos organismos terrestres no sobreviven. Sin embargo, en los últimos años tenemos evidencia de que este proceso se ha acelerado por las actividades humanas, pues la tasa actual de extinción es alarmante: más de 100 veces lo que debería ocurrir de manera natural.
La humanidad no está a salvo, las epidemias y transmisión de diversas enfermedades, por ejemplo, son una consecuencia de la devastación ambiental que contribuye al cambio climático.
La deforestación, la contaminación, la extracción de fauna, el consumo excesivo de energía, el mal uso del agua, entre un montón de ejemplos más, contribuyen de manera local a un problema global.
Está en nuestras manos analizar nuestras actividades cotidianas y modificarlas porque ya no estamos muy lejos de vivir todavía de manera más cruda los efectos del cambio climático.
Yo recuerdo mi niñez con mucho cariño, rodeada lugares llenos de naturaleza mágica... hoy muchos de esos sitios han sido modificados y reemplazados con cemento.
¿Qué le dejaremos a las nuevas generaciones? Ojalá y sepan disculparnos cuando lleguen y no quede nada.