Una de las familias de plantas con flor con más integrantes son las leguminosas o Fabaceae que, se calcula, hay casi 20 mil especies. Además es una familia con gran importancia en la agricultura: los frijoles, las lentejas, el tamarindo, la soya, los cacahuates, entre muchas otras especies que consumimos todos los días.
Sus características generales son tener hojas compuestas, que es una hoja dividida (como las del tamarindo) y sus frutos son legumbres (como las vainas de chícharos). Originalmente, sobre la forma de sus flores, se distinguían tres subfamilias, pero debido a descubrimientos genéticos recientes se ha modificado dicha clasificación.
De la propuesta más antigua se reconoce a la subfamilia Faboideae que contenía a casi 14 mil especies. Sus flores tienen una simetría que, si se dividen a la mitad, serían idénticas.
En esta subfamilia está una especie de nombre curioso: Clitoria tarneata y precisamente el nombre hace referencia a la anatomía femenina. Es una enredadera de flores preciosas, casi tanto como el órgano que inspiró a Linneo, un naturalista, a llamarla así.
Esta flor enredadera Campanilla o Conchita azul por su nombre común, tiene muchos usos. Puede funcionar como forraje para algunos animales de granja por su alto contenido de proteína. Es también medicinal y se pueden hacer tisanas y bebidas frías de color morado que pueden ayudarnos a controlar un poco el estrés.
De hecho, hoy se estudian estas propiedades con fines farmacéuticos. Sus semillas también se usan como laxantes. Aunque es originaria de Asia, se ha disparado en muchos lugares, por lo que en la República Mexicana no es extraño encontrarla.
Muchas veces subestimamos a las plantas que vemos todos los días por ahí, que además de adornar las calles hermosamente, la mayoría de las veces tienen mucho más secretos.
Un té morado para el estrés
Además de medicinal, con la flor se hacen tisanas y bebidas frías de color morado que pueden ayudarnos a controlar un poco el estrés.