Prácticamente a cualquier lado que vayamos hay nopales. Nopales en salsa, nopales asados, nopales en escabeche, nopales en mole, nopales en el mercado, nopales en el campo. De hecho, están presentes en prácticamente todo el continente americano, están en las playas y están en las montañas.
Son cactáceas y pertenecen a un grupo con una gran distribución. En nuestro país hay aproximadamente 101 especies, el 50 por ciento de las que existen en el mundo.
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Aunque las nopaleras son características de las zonas áridas, se encuentran en diversos ecosistemas, esto produce cambios en su forma, ya que en función de la disponibilidad de agua regulan su crecimiento.
Almacenes de agua
A diferencia de muchas otras plantas, los nopales tienen hojas modificadas llamadas cladodios. Tienen una estructura similar a un tallo grueso y suculento que sirve como órgano de almacenamiento de agua. La gruesa “piel” exterior y los tejidos internos permiten que la planta almacene agua durante los periodos de lluvia o alta humedad, que se puede utilizar durante las temporadas de sequía.
Los nopales son conocidos por sus espinas y aguates, que sirven como mecanismo de defensa contra los herbívoros y ayudan también a reducir la pérdida de agua al crear una capa de aire inmóvil que reduce la evaporación de los cladodios. Las espinas también brindan sombra, protegiendo a la planta de la luz solar excesiva y reduciendo el riesgo de desecación.
Desde los nómadas chichimecas
Una de sus más grandes adaptaciones es que en la noche es cuando tienen mayor actividad y absorben el dióxido de carbono para evitar la pérdida de agua durante el día, además, una sola penca basta para tener una dispersión eficiente. Estas características fueron fundamentales para su domesticación documentada hace más de ocho mil años por los chichimecas, que eran grupos indígenas nómadas que se movían por el norte y noreste del país en estados como Durango, Guanajuato, Querétaro, Coahuila, Zacatecas, Jalisco y San Luis Potosí.
Esto convirtió a los nopales en un gran símbolo de nuestra cultura. Se cultivan a gran escala en México, lo que lo convierte en uno de los principales productores y exportadores de este cultivo a nivel mundial. También han sido un ingrediente básico en la cocina mexicana durante siglos. Se consumen en varios platos tradicionales y se valoran por su sabor, textura y beneficios nutricionales únicos. Los nopales son ricos en fibra dietética, antioxidantes, vitaminas y minerales, lo que los hace muy populares. ¡Además son deliciosos!
Los nopales están profundamente arraigados en la cultura y la tradición mexicanas. Simbolizan la identidad nacional y están asociados con el folklore mexicano y las festividades tradicionales. La presencia de los nopales en los paisajes, mercados y gastronomía locales contribuye a la atracción de turistas y al turismo cultural. En mi corazoncito yo siempre llevo un nopalito.
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