/ sábado 10 de septiembre de 2022

[Ambiente] Parecen cuervos, pero son zanates

La especie es nativa del Valle de México y los aztecas la llevaron fuera de su zona natural de distribución

Hace unos días decidí salir con mi mejor amiga a pasear al centro de la ciudad. Un poco antes del atardecer nos dio un poco de hambre, así que nos dirigimos al zócalo por un elote, esquite o chicharrones, lo que se atravesara primero.

Estábamos sentadas en una banquita viendo a las infancias correr con sus globos, a las parejas mostrando su cariño... cuando de pronto a mis deliciosos esquites con fritanga les cayó un aderezo de regalo calientito, recién salido de las entrañas de un ave.

Precisamente al atardecer, las parvadas completas regresan a las copas de los árboles para “guardarse” y pasar la noche. Es una sinfonía desordenada en la que abundan aquellas aves negras, algunas muy azuladas, grandes y estruendosas.

Su nombre común cambia dependiendo la zona y frecuentemente les confundimos con otras: Urracas, Cuervos, Pichos o, mejor y bien dicho, Zanates. Aunque si queremos nombrarles con precisión su nombre científico es Quiscalus mexicanus.

Estas aves, además de tener buen tino y bombardear a las personas y a sus esquites en el zócalo, se encuentran prácticamente donde sea que haya personas en parte de América Central y Norte; de hecho, cada vez su distribución es más y más amplia.

Su dieta se compone principalmente de semillas y frutas. También llegan a comer insectos o animales como ranas, lagartijas, culebritas, peces y sus huevos e incluso mamíferos pequeños como ratones.

Se han acostumbrado mucho a las actividades humanas, tanto que sus nidos ocupan además de fibras naturales, pedazos de bolsas, telas o papel. Parece ser que las hembras tienen una aguda capacidad de detectar la presencia humana y emiten llamados especiales para avisar al resto del grupo además de que el cuidado de las crías es tarea solamente para ellas.

La especie es nativa del Valle de México y fueron los aztecas quienes empezaron a llevarla fuera de su zona natural de distribución, sin embargo, debido a su resistencia y capacidad de sobrevivir es muy destacada.

Como recordatorio para mí: siempre llevar sombrilla cuando coma esquites en el zócalo.





➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!

Únete a nuestro canal de YouTube

➡️ Recibe la información relevante en tu correo a través del Newsletter

➡️ Checa los temas de la edición impresa ¡SEMANAL!


Hace unos días decidí salir con mi mejor amiga a pasear al centro de la ciudad. Un poco antes del atardecer nos dio un poco de hambre, así que nos dirigimos al zócalo por un elote, esquite o chicharrones, lo que se atravesara primero.

Estábamos sentadas en una banquita viendo a las infancias correr con sus globos, a las parejas mostrando su cariño... cuando de pronto a mis deliciosos esquites con fritanga les cayó un aderezo de regalo calientito, recién salido de las entrañas de un ave.

Precisamente al atardecer, las parvadas completas regresan a las copas de los árboles para “guardarse” y pasar la noche. Es una sinfonía desordenada en la que abundan aquellas aves negras, algunas muy azuladas, grandes y estruendosas.

Su nombre común cambia dependiendo la zona y frecuentemente les confundimos con otras: Urracas, Cuervos, Pichos o, mejor y bien dicho, Zanates. Aunque si queremos nombrarles con precisión su nombre científico es Quiscalus mexicanus.

Estas aves, además de tener buen tino y bombardear a las personas y a sus esquites en el zócalo, se encuentran prácticamente donde sea que haya personas en parte de América Central y Norte; de hecho, cada vez su distribución es más y más amplia.

Su dieta se compone principalmente de semillas y frutas. También llegan a comer insectos o animales como ranas, lagartijas, culebritas, peces y sus huevos e incluso mamíferos pequeños como ratones.

Se han acostumbrado mucho a las actividades humanas, tanto que sus nidos ocupan además de fibras naturales, pedazos de bolsas, telas o papel. Parece ser que las hembras tienen una aguda capacidad de detectar la presencia humana y emiten llamados especiales para avisar al resto del grupo además de que el cuidado de las crías es tarea solamente para ellas.

La especie es nativa del Valle de México y fueron los aztecas quienes empezaron a llevarla fuera de su zona natural de distribución, sin embargo, debido a su resistencia y capacidad de sobrevivir es muy destacada.

Como recordatorio para mí: siempre llevar sombrilla cuando coma esquites en el zócalo.





➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!

Únete a nuestro canal de YouTube

➡️ Recibe la información relevante en tu correo a través del Newsletter

➡️ Checa los temas de la edición impresa ¡SEMANAL!


Local

El Obispo de Cuernavaca advierte sobre la imposición de ideologías

El Obispo de Cuernavaca advierte sobre la imposición de ideologías y llama a buscar la verdad en Jesús

Deportes

Familiares y amigos rinden homenaje a Leo en el Centenario

En el Estadio Centenario de Cuernavaca, familiares y amigos de Leo Gómez Garduño, el joven futbolista fallecido por el impacto de un rayo,

Seguridad

Cámaras en la México-Cuernavaca, vital para el rescate de la jueza de Master Chef

El gobierno de Morelos, encabezado por Margarita González Saravia, detalla avances en seguridad tras el rescate de la chef Zahie Téllez y su esposo

Finanzas

Comerciantes del Adolfo López Mateos aún no tiene lugar para el tianguis navideño

Comerciantes del mercado Adolfo López Mateos se preparan para la temporada decembrina, aunque todavía no hay nada seguro sobre dónde se instalará su tianguis navideño

Local

Desaparición de autónomos: Congreso evalúa impacto a nivel local

El Congreso de Morelos iniciará mesas de trabajo con especialistas para armonizar las reformas al Poder Judicial

Local

Impepac solicita 200 mdp para 2025; la mitad será para partidos políticos

La consejera Mireya Gally se reunirá con legisladores para detallar su solicitud