Un día muy soleado estaba un investigador francés recolectando mariposas en la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla. Todo un personaje: delgado, alto, cabello largo, barba y bigote abundantes y nariz prominente. Vestido de colores neutros, un chaleco con miles de bolsas color caqui, en la cintura su cámara fotográfica y un frasco especial para la colecta de bichos. En una mano una red entomológica y en la otra su característica pipa de madera.
Para capturar mariposas debes tener extremo sigilo pues son muy asustadizas. Él estaba concentrado en su tarea. De pronto, en uno de los senderos levantó la vista al horizonte. Justo frente a él, detrás de unos arbustos, vio unos ojos aceituna enormes observando atentos.
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El animal levantó las orejas y se quedó inmovil, igual que Luc, el biólogo francés. Era grande, muy grande. Un ataque de puma es mortal. En su mente pasaron mil preguntas y situaciones en solo segundos: “¿Saco la cámara y le tomo una foto?” “¿Y si se siente amenazado y me ataca?”.
Ambos, como estatuas observándose fijamente. Seguramente por la cabeza del felino pasaron preguntas similares, quizá, al igual que Luc, era la primera vez que tenía un encuentro así con un humano. Seguro le pareció terrorífico. Finalmente, después de varios segundos de incertidumbre, ambos retomaron de manera presurosa su camino.
Esta historia me encanta porque por ahí del año 2014, el hecho de haber observado un puma en la zona hablaba de la salud del ecosistema. Los carnívoros en la punta de las pirámides alimenticias significan un ambiente en armonía.
Los pumas son de los felinos silvestres más comunes en el país, pues se distribuyen por varios estados y ecosistemas distintos. Son grandes, pueden llegar a medir hasta 2.5 metros de largo, incluyendo la cola, y pesar hasta 90 kilogramos.
Tienen un pelaje corto y suave que varía en color, generalmente de tonos pardos o grises, lo que les ayuda a camuflarse en su entorno. Aunque los pumas son generalmente considerados como una especie de menor preocupación en términos de conservación, en algunas regiones de México enfrentan amenazas, como la pérdida de hábitat debido a la expansión humana, la caza furtiva y los atropellos en carreteras.
La protección de su hábitat y la implementación de medidas para prevenir conflictos con humanos son muy importantes para su conservación. Los pumas son criaturas cautivadoras y desempeñan un papel importante en los ecosistemas de México. Su conservación y protección son esenciales para mantener la biodiversidad y el equilibrio ecológico en las regiones donde habitan.
De hecho, la pérdida de hábitat puede propiciar que estos encuentros entre fauna silvestre y humanos sean más frecuentes ¿y adivina para quién es más peligroso?
Sinceramente no sé cómo hubiera actuado yo en la situación de Luc, creo que habría hecho lo mismo, me quedaría congelada contemplando al gran león de montaña.
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